Este domingo 15 de octubre se realizarán en Venezuela las elecciones regionales, donde funcionarios de Nicolás Maduro y la oposición se disputan 23 estados, sin embargo en medio de la crisis económica y meses de protesta sin resultados, la apatía se convierte en el estado de ánimo que dominan a los ciudadanos.

Ángelo Capacho, un músico de 26 años, dice que no votará porque no ve un “discurso claro” por parte de los dirigentes opositores. Agregó que “llamaban a la desobediencia; luego salieron con elecciones regionales y la calle se apagó. ¿De qué valieron tantos muertos? (…) Siento que se trata de una lucha por cuotas de poder”.

Las protestas, que dejaron de abril a julio unos 125 muertos, exigían la salida del presidente Maduro del poder, pero se enfriaron con la instalación en agosto de la fraudulenta asamblea nacional constituyente integrada sólo por oficialistas.

Ante esto, analistas advierten que la situación empeora y que Venezuela puede sufrir este año una caída del Producto Interno Bruto (PIB) de entre 12% y 14%, y una inflación de entre 1.200% y 1.400%, según la firma Ecoanalítica.

Esas son razones para votar, cree Enrique Raúl, un sastre de 79 años: “Tenemos que salir a votar, en 45 años jamás vi tanta gente escarbando la basura. Es una pena”, declaró a la agencia AFP.

Sin embargo, en escenarios similares, la abstención rondó el 46,06%, así ocurrió en los comicios regionales de diciembre de 2012. El chavismo obtuvo entonces 20 de 23 gobernaciones. Pero la oposición se dice segura de poder revertir el mapa político electoral.

“Si no votamos le vamos a dar más fuerza al gobierno. En las pasadas no voté y el gobierno se quedó con la mayoría de las gobernaciones”, agrega Raúl. Un panorama opuesto, ocurrió en diciembre de 2015 la oposición rompió 18 años de hegemonía oficialista al obtener una mayoría contundente en el Parlamento.