VOZ DE AMÉRICA
La Unión Europea, Colombia y Brasil no enviarán misiones de observación electoral a Venezuela. El chavismo quiere pactar el reconocimiento de resultados. El rol de los observadores es clave en sistemas que han perdido la legitimidad electoral.
El retiro de la invitación a una misión de la Unión Europea y las declinaciones de expertos de Colombia y Brasil para observar la elección presidencial del 28 de julio en Venezuela constituyen un paso atrás en la creación de un ambiente de confianza mínima que ayude a certificar la legitimidad de los resultados de esa votación, según expertos.
A finales de mayo, el Consejo Nacional Electoral anunció que retiraba su invitación como observadores internacionales a la misión de especialistas de la Unión Europea alegando que sería “inmoral” permitirlo luego de sus “prácticas neocolonialistas e intervencionistas” contra el país, refiriéndose a las sanciones del bloque contra funcionarios del chavismo.
Días más tarde, el gobierno de Colombia renunció a la idea de enviar observadores electorales a Venezuela argumentando falta de tiempo para armar una misión idónea. Acto seguido, el Tribunal Superior Electoral de Brasil hizo lo propio, sin mayor detalle.
El acuerdo de Barbados, firmado en octubre entre el gobierno de Nicolás Maduro y su oposición, contemplaba la invitación a una misión de observación electoral de Europa. Los gobiernos de Colombia y Brasil, por su parte, dicen velar por la integridad de esos pactos y porque la elección sea parte de una resolución a la crisis política venezolana.
El retiro de tres potenciales misiones de observación electoral “amplia y legítima” constituye una baja sensible para una elección que se realizará luego de dos décadas de polarización y en “un clima de desconfianza mutua”, según el politólogo Piero Trepiccione.
“En países donde existe una abierta desconfianza entre los actores políticos y se ha exacerbado la polarización, es más importante la observación electoral que en aquellos donde los actores practican la alternabilidad democrática y hay una confianza mínima para disputar las diferencias por el poder de manera electoral”, dijo a la Voz de América.
Jorge Rodríguez, presidente del parlamento y mano derecha del presidente Maduro, denunció la semana pasada que la oposición, a la que llamó “ultraderecha”, ya estaría preparando un “plan” para denunciar fraude en la elección de julio.
Días antes, Rodríguez había convocado a todos los candidatos presidenciales a firmar un pacto para reconocer los resultados. “Ya se sabe que van a cantar fraude, los reto”, dijo, en un acto con la militancia del Partido Socialista Unido de Venezuela.
César Pérez Vivas, ex gobernador del estado Táchira, quien respalda la candidatura de González Urrutia, advirtió el jueves sobre una supuesta reunión entre Rodríguez, el diputado Diosdado Cabello y magistrados del Tribunal Supremo de Justicia para presuntamente anular la candidatura, lo que constituiría “un fraude”.