Una fuerza de tarea conjunta continúa con la operación de búsqueda y rescate de dos estadounidenses, de 57 y 70 años, desaparecidos el lunes cuando la avioneta en la que viajaban junto a otros tres ocupantes amerizó de emergencia y se hundió un sector del litoral Pacífico del país.
El mayor Oriel Reyes, del Servicio Nacional Aeronaval (Senan) dijo este miércoles en una conferencia de prensa que pese a que han transcurrido más de 50 horas desde el momento del incidente «la búsqueda está activa, todavía no pasa a fase de monitoreo».
«Es lamentable, pero las posibilidades de que las personas estén con vida, a medida que pasa el tiempo, van disminuyendo, pero sin embargo queremos darle la tranquilidad a la familia (…) tratar de darle una respuesta», declaró Reyes.
En la operación participan 150 personas entre personal del Senan, cuerpo de Bomberos, la Cruz Roja y del Sistema Nacional de Protección Civil (Sinaproc).
«Hemos coordinado el máximo de nuestros esfuerzos, que comprende la Fuerza de Tarea Conjunta, hemos utilizado 6 aeronaves que han sobrevolado una cobertura de más de 100 millas náuticas cuadradas, y la presencia de nuestros medio navales en la escena ha sido desde el primer momento, han permanecido incluso en la noche», dijo Reyes.
El objetivo primordial es tratar de recuperar a las dos personas desaparecidas, y en segundo lugar «pero no menos importante» los restos de la aeronave para que la Autoridad Aeronáutica Civil (AAC) pueda investigar las causas del accidente, agregó.
En este sentido, un equipo de batimetría, un sonar que hace una lectura del fondo del mar, ayuda en el objetivo de recuperar la avioneta.
En la aeronave de matrícula estadounidense N5535J, según los datos oficiales, viajaban cinco personas, tres de las cuales, incluido el piloto, fueron rescatadas el lunes con vida.
Los tres supervivientes «quedaron flotando en el mar con un maletín», dijo el martes el director de la Autoridad Aeronáutica Civil (AAC), el capitán Gustavo Pérez.
Las dos personas que permanecen desaparecidas «no llegaron a salir de la aeronave», contó el piloto, afirmó Pérez, que precisó que se tenían las «coordenadas donde cayó» el aparato y se estudiaban las corrientes que pudieron haberla arrastrado.
De acuerdo con el relato del piloto, la aeronave presentó desperfectos mecánicos que lo obligaron a amerizar, y «la nave se hundió tan rápido» que no dio tiempo «ni de tomar la balsa ni los salvavidas», dijo Pérez.
La Embajada de Estados Unidos en Panamá confirmó el martes que «cuatro ciudadanos estadounidenses estaban a bordo del avión» accidentado, y que «dos de ellos fueron encontrados y han recibido asistencia consular».
«Agradecemos la cooperación de las autoridades panameñas en las operaciones de búsqueda y rescate para encontrar a las dos personas que aún están desaparecidas», indicó la legación diplomática.
El siniestro ocurrió el lunes a las 15:00 hora local (20:00 GMT). Una fuente oficial dijo a Efe el lunes que la nave siniestrada realizaba un viaje privado desde la turística Isla de Contadora hacia Chame.
El piloto de la aeronave reportó un fallo de motor e informó que iba a acuatizar tras lo cual se perdió el contacto, añadió la fuente.