Alexander Mendoza / Andriw Sánchez Ruiz | Prensa LVBP
Barquisimeto.- Cuatro veces se paró Yordanys Linares en el plato del Antonio Herrera Gutiérrez. Solo fue dominado en una ocasión. En las otras dio imparables que, además de convertirlo en el hombre más indómito de la noche, lo transformaron en el gran héroe de Cardenales de Lara en el primer juego de la Gran Final de la temporada 2019-2020.
Fueron tres las conexiones (un doble y dos sencillos) y también tres las carreras que remolcó. Él fue la gran diferencia en la victoria de los pájaros rojos, 6-2, sobre Caribes de Anzoátegui. Así los dueños del patio crepuscular comienzan con buen pie la instancia decisiva.
“Es importante la primera victoria. El pitcheo estuvo a la altura. Hubo buena defensa y la ofensiva pudo concretar”, declaró Luis Ugueto, manager cardenal. “Rivero nos tiró seis sólidas entradas y luego vine con mis hombres de confianza. Linares ha sido consistente toda la temporada. Él, Osman Marval y Luis Jiménez han respondido en la chiquita”.
Dos de los tres imparables remolcadores de Linares fueron contra el zurdo Logan Darnell, abridor de la Tribu. El primero fue en el inning inicial: un doble al jardín izquierdo que empujó al plato a Ildemaro Vargas. El segundo sirvió para que Lara reaccionara después de que Willians Astudillo, en la parte alta del tercer capítulo, igualara la pizarra con un tubey productor. Poco después, en la parte baja del mismo episodio, el cubano dio un incogible al medio del campo que engomó a Jecksson Flores.
“En esta liga me han traído demasiado zurdos, así que he hecho el ajuste”, dijo. “Sólo me enfoqué en hacer mis ajustes, buscar un buen pitcheo para tener un buen contacto. Gracias a Dios todos los planes salieron bien”.
Mientras Darnell y Raúl Rivero, iniciador de los alados, se enfrascaron en un duelo de lanzadores, Linares también aportó defensivamente. Tras hit de Gorkys Hernández a la pradera central, el antillano tomó la bola y sacó out a René Reyes, quien intentaba llegar a la antesala desde la inicial. Ese fue el segundo out del cuarto pasaje. “Creo que fue un out importante”, continuó. “Allí pudimos aplacar el inning”.
Anzoátegui no le pudo hacer más a Rivero. La actuación del serpentinero terminó después del sexto inning. Sin embargo, el relevista Vicente Campos sí fue golpeado en el séptimo. Luis Sardiñas trajo de nuevo la igualdad a la pizarra con imparable que fletó a Hernández, hombre que se embasó por un pecado de Vargas.
Todo se decidió en el octavo acto. Flores le sacó boleto al relevista Ángel Nesbitt, Vargas se ponchó tratando de tocar la bola. El corredor que aguardaba en la primera base se robó la segunda y, otra vez, apareció el gran paladín cardenal: Linares pegó sencillo al centro y empujó su tercera anotación. Eso abrió puertas y ventanas en el bunker anzoatiguense y Lara logró un rally de cuatro carreras.
Luis Jiménez tomó un turno importante en ese momento. Con tres en bases y un out se midió contra el lanzador Jorge Rondón, quien tenía problemas de control. El robusto zurdo, fiel a sus patrones de éxito en finales, dio un imparable que remolcó dos rayitas. Welington Dotel llevó otra al pentágono con indiscutible.