Diosdado Cabello, presidente de la Asamblea Nacional Constituyente, presumió diciendo que soplaría por todo el continente una “brisita bolivariana”. No obstante, el vandalismo promovido y desatado en Ecuador y Chile, hasta los momentos no ha logrado cambios de gobierno. Por el contrario, han despertado reacciones en contra.
En Bolivia, Evo Morales se fue y el Foro de Sao Paulo perdió el poder. Lo mismo podría suceder próximamente en Uruguay. Mientras tanto, el nuevo gobierno boliviano se consolida cada vez más, incluso con el inesperado apoyo ruso.
Hasta el momento, la “brisita bolivariana” solo ha logrado dos cosas: Destruir caótica e irracionalmente infraestructuras y servicios de los ciudadanos y encender todas las alarmas respecto al rol del régimen de Nicolás Maduro en la desestabilización regional.
El nuevo ministro de la Defensa de Bolivia, Arturo Murillo, ha señalado que: “Hay gente de la FARC, venezolanos y cubanos que van a recibir la pena máxima”, por estar involucrados en los hechos de violencia.
Además la prensa señala que fueron detenidos funcionarios cubanos por incentivar protestas violentas en Bolivia. Tres de los cuatro detenidos son personal técnico de la Embajada de Cuba en Bolivia, como integrantes de la Brigada Médica Cubana. Al cierre de esta edición nueve ciudadanos venezolanos habían sido detenidos portando armas de fuego sin permisos y estaban involucrados en hechos de violencia en contra del nuevo gobierno de Bolivia.
Por su parte, el jefe del Comando Sur de EE. UU., Craig Faller, aseguró que el régimen de Maduro ha sustituido “dinero estatal por efectivo proveniente del narcotráfico”. Faller agregó que en el último año el narcotráfico por medio de Venezuela hacia el Caribe se ha duplicado, lo que a su juicio afecta la estabilidad de los vecinos.
La “brisita bolivariana” ha evidenciado la actitud débil de la oposición política venezolana en comparación con el liderazgo de los bolivianos.
Según el analista Armando Durán, existe un gran desconcierto con relación a la convocatoria de este 16 de noviembre en Venezuela “porque coincide con los acuerdos parlamentarios que acentúan el temor de que el cacareado cese de la usurpación ha dado paso a la celebración de unas elecciones negociadas, precisamente con el usurpador, no para corregir el fraude de la reelección de Nicolás”.
En Chile parecen haberse calmados las aguas, luego de llegar a un acuerdo de concenso nacional para realizar un referendo en abril del año que viene, en el que se consultará a la población si quieren o no, hacer cambios a su Constitución.
En Argentina, el viento sopla a favor del socialismo, sin embargo, los analistas coinciden que no la tendrá nada fácil el nuevo gobierno de Alberto Fernández en llave con Cristina Fernández de Kirchner, en seguir el guió de Cuba impuesto en Venezuela.
Están recibiendo de vuelta un enorme déficit fiscal, inflación y desempleo con el que tuvo que batallar el gobierno de Mauricio Macri, heredado de la gestión de la Kirchner.
Lo ocurrido en Bolivia trae a la región aires renovados que nos muestra el camino a recorrer para lograr el ansiado cese de la usurpación de Nicolás Maduro. De hacerlo, se podrá liberar a Venezuela, Nicaragua y Cuba, este último, verdadero artífice del desastre en la región.