Enrique Aristeguieta Gramcko, le solicitó al Presidente (e) Juan Guaidó, deslastrarse de la disciplina partidista, convocar el artículo 187 numeral 11 de la Constitución, y condenar públicamente a quienes promovieron el pacto develado por Elliott Abrams para “conformar un gobierno entre la oposición y el régimen de Maduro”.
En la misiva, Aristeguieta Gramcko, deplora el reciente encuentro en Noruega que, a juicio del presidente de GANA, “constituye una violación a los principios éticos y morales al negociar con quienes han destruido nuestra nación”.
Aristeguieta Gramcko, muestra en carta pública enviada a la redacción, su preocupación por la posibilidad de una merma en la credibilidad de Guaidó por errores cometidos, los cuales, afirma, pueden ser rectificados.
El presidente de GANA, le recuerda al presidente encargado, la “enorme responsabilidad que tiene: “De su gestión depende el futuro de todos los venezolanos. No podemos permitir que los intereses mezquinos de algunos políticos, destruyan la esperanza de millones de compatriotas”.
A continuación el texto completo de la carta.
Ciudadano
Presidente (e) de la República
Ing. Juan Guaidó Márquez
Palacio Federal Legislativo.-
Estimado Presidente:
El 23 de enero pasado fue una fecha especial para los venezolanos porque el mismo día en que se conmemoraba la caída de Pérez Jiménez, usted se juramentó como Presidente encargado, lo cual infundió nuevos ánimos a la población. Poco después, fue reconocido por más de 50 países y todo indicaba que prontamente se produciría el cese de la usurpación. Sin embargo, con el paso del tiempo, el ánimo ha venido decayendo y la salida del usurpador no ve tan clara.
En mi opinión, esto se debe a que desde el momento de su juramentación y a través del denominado Estatuto de la Transición, usted encabeza un gobierno colegiado junto con la Asamblea Nacional, lo cual viola el artículo 236 de nuestra Constitución que señala las atribuciones personalísimas –y no colectivas– del Presidente de la República.
Creo que aprovechándose de ese poder colegiado, los partidos lo indujeron a cometer errores que afectan su imagen. El más reciente: autorizar el diálogo en Noruega que, para muchos, constituye una violación de los principios éticos y morales, al negociar con quienes han destruido nuestra nación y cometido todo tipo de delitos, incluyendo tráfico de drogas y crímenes de lesa humanidad. Ellos solo utilizan el diálogo para ganar tiempo, como se ha demostrado repetidamente en el pasado.
Otro asunto que vulnera su credibilidad, es el presunto acuerdo revelado por el diplomático norteamericano Elliott Abrams, para conformar un gobierno conjunto entre la oposición y el régimen de Maduro. Si ese pacto criminal en efecto existió, es imperativo que usted lo condene públicamente y que tome medidas contra quienes lo promovieron a espaldas suyas.
Usted tiene una enorme responsabilidad. De su gestión depende el futuro de todos los venezolanos. No podemos permitir que los intereses mezquinos de algunos políticos, destruyan la esperanza de millones de compatriotas que confían en usted para salir de esta tragedia.
Por estos motivos, le pido se deslastre de quienes buscan controlarlo y diseñe una ruta para lograr el cese de la usurpación, basada en la activación del artículo 187 numeral 11, de nuestra Constitución, como primer paso para autorizar la actuación en Venezuela de una coalición internacional de paz, que garantice el ingreso de la ayuda humanitaria.
Entiendo que no es fácil ejercer libremente todas las atribuciones que le corresponden, como lo señala el artículo 236 de nuestra Carta Magna, pero debe ir designando algunos ministros, aún si tuviesen que ejercer temporalmente sus funciones desde el exilio.
Esa atribución no requiere la aprobación de la AN y permitiría ir conformando desde ahora un equipo de gobierno para la transición que vendrá, por personas serias, capaces, honestas y preferiblemente no sometidas a disciplina partidista; venezolanos sin otro compromiso que el bien del país. Creo, señor Presidente, que el sistema de cuotas no es la mejor forma de seleccionar a tan importantes colaboradores.
Podría comenzar, por ejemplo, con la designación del Canciller quien, de acuerdo con usted, diseñe y desarrolle la política exterior requerida en el momento, y quizás, podría nombrar al Ministro de Defensa, para aglutinar y conformar la estructura de las nuevas Fuerzas Armadas, a medida que avance el proceso de transición.
En cuanto al cómo llegar al pleno ejercicio de la transición, entiendo que todos los caminos pueden estar abiertos, al menos en teoría, pero no olvide que la situación de la República es de emergencia. Los artículos 333 y 350 de la Constitución, no establecen preferencia alguna en cuanto al “modus operandi”, pero queda sobreentendido que toda componenda que suponga la permanencia de los actuales usurpadores y responsables de la destrucción y el saqueo de Venezuela, no pueden ser aceptados como parte de ese equipo llamado a rescatar la República. Sería una inmoralidad y la opinión pública nacional e internacional no lo entenderían ni podrían aceptarlo.
No tema ejercer sus funciones lo mejor que pueda. El pueblo venezolano le ha dado su aval. No lo defraude. Intente ser el artífice de ese cambio, la mayoría de los venezolanos está con usted, deseosa de la solución más rápida posible, ajustada a la ley y la moral, tantas veces pisoteadas ambas por los usurpadores.
Aliados y colaboradores no le faltarán dentro y fuera del país. Sin miedo, dé el paso necesario.
Atentamente,
Enrique Aristeguieta Gramcko
Pte. Gran Alianza Nacional, GANA