Cuando un lanzador, sí un lanzador, conecta dos jonrones en un mismo juego, y las pelotas, en ambas conexiones, salen de su bate con velocidades superiores a las 112 millas por ahora, hay que hacer una pausa y preguntar su nombre. Si además poncha, en su labor de siete entradas a once contrarios, algo fenomenal está pasando.
Ahí no quedó todo. Ese prodigio que se paró ante más de 49 mil personas en el montículo del Chase Field de Arizona el 2 de abril, mantuvo sin hits a sus contrarios hasta el sexto episodio. Se llama Madison Bumgarner, juega para los Gigantes de San Francisco, es zurdo, tiene 27 años de edad, ha ganado tres anillos de Serie Mundial y es el primer lanzador de la historia que conecta dos vuelacercas en un Opening Day.
Volvamos a la velocidad con la que salen las pelotas cuando Bumgarner hace contacto. Los pongo en contexto. En la jornada inaugural sus 112.5 millas por hora en su primer jonrón, solo fueron superadas por un batazo de Gary Sánchez (115.7 millas por hora).
Bumgarner sacó la pelota más rápido de su bate que peloteros como Kevin Kiermaier (107.9 mph), Paul Goldschmidt (106.3 mph) y Evan Longoria (104.6 mph), por solo nombrar algunos. Esto es absolutamente increíble. Serían buenos números para un toletero, para un slugger, pero nada común para un pitcher.
Un espectáculo
Para más señas, los jonrones de Madison fueron de más de 400 pies de distancia. El primero fue ante, nada más y nada menos que Zack Greinke, ganador de un Cy Young y quien lo retó con un lanzamiento de 91 millas por hora.
“Me estaba riendo. Esa fue mi reacción”, dijo Brandon Belt, primera base de los Gigantes. “Es muy difícil de creer. Uno espera que un pitcher conecte un jonrón, ¿pero dos? ¿En serio?”, agregó Belt. “Fue asombroso, único”, expresó el receptor Buster Posey.
Lo de Bumgarner es serio, algo pocas veces visto y cuando tengan la oportunidad de verlo, dejen lo que estén haciendo y echen un vistazo. Su talento para batear es tal, que Buster Olney, uno de los más respetados periodistas especializados en béisbol, lo postuló el año pasado para el Jonrón Derby. Madison aceptó el reto, pero al final su organización no accedió.
El común denominador del béisbol es que lo lanzadores no batean, por eso la expectativa actual que existe con el nacido en Hickory, Carolina del Norte, un pueblo de apenas 33 mil habitantes.
Lo olvidaba. El zurdo suma seis campañas seguidas con al menos trece triunfos y en cuatro de ellas (las últimas) su efectividad ha estado por debajo de tres. En postemporada su marca es de 8-3 con 2.11 de Porcentaje de Carreras Permitidad (ERA por sus siglas en inglés). En Serie Mundial, 4-0 con 0.25 de efectividad.