Puerto Rico volvió a quedarse a la orilla de la gloria máxima en el Clásico Mundial de Béisbol. Con sus bates silenciados en la final, los puertorriqueños sucumbieron el miércoles 8-0 ante Estados Unidos y por segunda edición seguida debieron conformarse con el subcampeonato.
Y luego de cuatro fallidos intentos, el anfitrión Estados Unidos se adjudicó el título por primera vez. Marcus Stroman amansó a la ofensiva más productiva del torneo al lanzar seis innings en blanco e Ian Kinsler bateó un jonrón de dos carreras para liderar la contundente victoria estadounidense, destacó El Nacional.
Puerto Rico perdió por primera vez en ocho partidos en esta edición y superar a sus rivales con un marcador global de 55-26, los boricuas apenas pudieron dar tres hits en la final que se le puso a contra corriente con el jonrón de Kinsler en el tercer inning. Fue un desenlace igual de amargo a la de la final de hace cuatro años, cuando perdieron por blanqueada ante la República Dominicana.
Stroman, proclamado como el Jugador Más Valioso del torneo, se desquitó de su mala salida en la derrota 6-5 ante Puerto Rico en la segunda ronda. El derecho retiró con rodados a los tres primeros bateadores que enfrentó. En total, permitió un hit, recetó tres ponches y concedió un boleto al emplear 73 lanzamientos.
No fue hasta el séptimo cuando Puerto Rico pudo conectar su primer hit ante Stroman. Fue un doble de Ángel Pagán por el bosque izquierdo al abrir la entrada y Stroman fue relevado de inmediato, recibiendo una ovación de pie.
Rumbo al título, los estadounidenses derrotaron a los dos campeones previos: a Dominicana en el cierre de la segunda ronda y a Japón, ganador de las primeras dos ediciones, en la semifinal.