El escándalo de Odebrecht salpicó este jueves a otro mandatario latinoamericano: el presidente panameño, Juan Carlos Varela, que fue acusado de haber recibido «donaciones» de la constructora brasileña, lo que negó tajantemente.
En un comparecencia convocada de urgencia, Varela aseguró que «no existen donaciones de la empresa Odebrecht» y se comprometió a entregar una lista de los donativos privados que recibió en la campaña de 2014, contradiciendo así la acusación de su antiguo ministro consejero y socio del bufete Mossack Fonseca, Ramón Fonseca Mora.
Fonseca Mora llevaba callado muchos meses, prácticamente desde que su despacho de abogados protagonizó en abril del año pasado los denominados papeles de Panamá, pero este jueves, horas antes de quedar en una especie de detención provisional, soltó una bomba informativa que ha desatado un vendaval político en el país.
«A mí el presidente Varela, escuchen esto con atención y que me caiga un rayo si es mentira, me dijo que él había aceptado donaciones de Odebrecht porque no se podía pelear con todo el mundo», aseguró Fonseca Mora en declaraciones a los periodistas a las puertas de la Fiscalía.
El abogado acudió de manera voluntaria al Ministerio Público, junto a su socio en la firma, Jürgen Mossack, después de que sus oficinas fuesen allanadas por su presunta implicación en el caso Lava Jato, la mayor trama de corrupción de la historia de Brasil.
Por ese mismo caso, este jueves, la Fiscalía le formuló cargos por blanqueo de capitales a ambos abogados, ordenó su detención mientras terminen de comparecer y les acusó de ser una «organización criminal» que ayudaba a blanquear dinero en la trama de Lava Jato, que involucra a decenas de empresarios y políticos de Brasil.
Fonseca Mora reconoció que su bufete creó una «decena» de sociedades anónimas a petición de distintos bancos, que luego las vendieron a personas implicadas en el caso Lavo Jato, pero que es una cantidad, a su parecer, insignificante comparada con las más de «10.000 empresas» involucradas en esta investigación.
El abogado acusó además al Ministerio Público de usarle como «chivo expiatorio», ya que la institución no ha ordenado aún el allanamiento de las oficinas de Odebrecht en Panamá a pesar de que hay abierta un investigación por los sobornos pagados a funcionarios panameños.
«Aquí en Panamá se han constituido muchas sociedades de Odebrecht y, aquí en Panamá, Odebrecht coimeó (sobornó) fuertemente», dijo Fonseca Mora.
Según el Departamento de Justicia de Estados Unidos, la constructora desembolsó 788 millones de dólares en sobornos en 12 países de América Latina y África, de los cuales 59 millones fueron pagados en Panamá entre 2009 y 2014.
Las incendiarias declaraciones de este jueves no solo han sorprendido por su contenido, sino también por la persona de quien vienen. Fonseca Mora no es un cualquiera en Panamá. Y menos para el presidente panameño.
«Todo el mundo ha creído que Varela está al lado mío, que me ha ayudado y que soy su amigo. Eso es mentira», dijo con rotundidad Fonseca Mora.
El abogado fue ministro consejero de Varela y presidente del gobernante Partido Panameñista hasta marzo de 2016, además de amigo del mandatario.
«Las declaraciones de mi amigo, el señor Fonseca, envían un mensaje claro al país de que la Justicia es independiente y de que este presidente no está protegiendo a nadie y que a cada uno le toca rendir cuentas por sus actos», añadió por su parte el presidente en su declaración posterior a los medios.
Varela, que asumió el cargo en julio de 2014, ha defendido desde entonces que está lidiando una lucha contra la corrupción nunca antes vista en el país.
«A quienes me critican y al país entero les recuerdo que la justicia es ciega, y nadie está por encima de la Ley. Quien comete y se le prueba un delito, será castigado con todo el peso de la ley», concluyó el mandatario.