Durante su intervención en la Cumbre de Laureados y Líderes por los Niños 2018′, el presidente Juan Carlos Varela hizo un llamado a gobiernos del mundo, sociedad civil y sector privado a trabajar juntos para poner en marcha políticas públicas para erradicar el trabajo infantil y la migración, flagelos que vulneran los derechos de los niños.
En presencia de Su Majestad el Rey Abdullah II, de la primera Dama de Panamá; Lorena Castillo de Varela y laureados y líderes mundiales, el presidente Varela manifestó que la infancia es el presente y el futuro de la humanidad, razón por la que es necesario el compromiso de todos para que los niños puedan tener una infancia segura y saludable, que garantice una sociedad en la que el respeto por los derechos de los niños sea una prioridad.
El Mandatario expresó que Panamá ha asumido un compromiso serio con los niños, y que se está trabajando para garantizar que tengan pleno acceso a la salud, la educación y un entorno seguro durante toda su infancia.
En ese sentido detalló que se ha intensificado los esfuerzos a nivel nacional para poner fin al trabajo infantil en nuestro país, mediante el fortalecimiento de las instituciones gubernamentales que son responsables de garantizar los derechos y el bienestar de los niños.
«Nos complace que, a través de un esfuerzo colaborativo de diferentes sectores de nuestra sociedad, hemos podido reducir a niveles históricos la tasa de trabajo infantil, en 2016 solo fue del 2.5%, siendo el más bajo en América Latina y el Caribe», destacó el Jefe de Estado panameño.
En este foro, donde se consensuará y establecerá un plan de acción para garantizar los derechos de los niños, Varela reafirmo una vez más el compromiso de que Panamá se convierta en el primer país de América Latina en erradicar por completo el trabajo infantil.
El presidente Varela destacó que tradicionalmente, Panamá ha jugado un papel de tender puentes entre las diferencias y unir las regiones.
«Nuestra presencia en Jordania busca fortalecer esta vocación de unión de nuestro país, trabajando en conjunto con una región lejana de la nuestra por una causa justa. Hacemos esto ya que no hay fronteras de raza, religión, cultura o nacionalidad cuando existe la voluntad de ayudar a los demás. Panamá puede ofrecer el arduo trabajo de su gente noble, su capital humano, para cooperar en pro de la causa de los niños vulnerables en el Medio Oriente», remarcó.
Varela destacó que es revelador que el Reino Hachemita de Jordania sea el anfitrión de esta segunda cumbre cuyo enfoque principal es «Niños en movimiento», donde poco más de la mitad de los casi tres cuartos de refugiados en Jordania son niños.
«Quiero reconocer públicamente el gran esfuerzo y los recursos significativos que el Reino Hachemita de Jordania está dedicando a la protección de los refugiados que han huido de una horrenda guerra en curso en Siria y una situación regional aún inestable. Su compromiso continuo es un fuerte mensaje de esperanza para el resto del mundo», sostuvo.
Manifestó que es digno de elogio el duro esfuerzo que está haciendo el Reino, con sus propios recursos y con la ayuda de la comunidad internacional, tras añadir que se necesitan más recursos internacionales en Jordania y la región del Medio Oriente para la ayuda humanitaria y para ofrecer esperanza a las víctimas de la guerra.
El presidente Varela también destacó el trabajo que su esposa, la Primera Dama, desarrolla respaldando las políticas públicas desarrolladas por el Gobierno de la República de Panamá para asegurar que nuestros niños crezcan sanos y en un ambiente de cero discriminaciones.
«Admiro mucho el trabajo de Lorena como Embajadora Especial de ONUSIDA para América Latina y portavoz mundial del movimiento Cero Discriminación que busca crear un clima de respeto, solidaridad e inclusión, donde todas las personas puedan vivir sin temor a ser atacadas, criminalizadas o estigmatizadas por su condición social, sexo, religión, nacionalidad o cualquier condición», dijo el Gobernante.
Puntualizó que, como Jefe de Estado, siente un compromiso especial para garantizar a todos los niños de su país una oportunidad justa y un entorno propicio para desarrollarse, libres de toda explotación, abuso, violencia y discriminación.