Un británico con antecedentes de «violencia extrema» ha sido identificado este jueves como el autor del atentado perpetrado el miércoles en Londres, en el que cuatro personas murieron, incluido él mismo, y 29 resultaron heridas.
El atacante habría sido Khalid Masood, de 52 años, informó hoy Scotland Yard.
Scotland Yard informó de que Masood, nacido en el condado de Kent (sureste de Inglaterra), tenía antecedentes por agresiones violentas y posesión de armas, pero no por cuestiones relacionadas con el terrorismo.
Masood no estaba actualmente bajo investigación policial y no existía información de inteligencia que apuntara a que estaba preparando un ataque terrorista.
Las fuerzas de seguridad creen que Masood era el conductor que se abalanzó ayer miércoles a bordo de un vehículo todoterreno contra la multitud que caminaba por el puente de Westminster y apuñaló después a un policía que custodiaba el Parlamento británico.
En una comparecencia en la Cámara de los Comunes, la primera ministra británica, Theresa May, informó que el atacante, que mató a tres personas, entre ellas el policía Keith Palmer, actuó «solo» y había sido investigado en el pasado por los servicios secretos.
«Fue una figura aislada. Su caso no forma parte de la actual situación de inteligencia. No había (información) de inteligencia previa a este intento (de atentado) o de un complot», dijo.
El grupo terrorista Estado Islámico (EI) asumió este jueves la autoría del ataque a través de una nota difundida por la agencia de noticias Amaq, próxima a los yihadistas.
Como parte de la investigación sobre el ataque, ocurrido frente al Parlamento de Westminster, lugar muy concurrido por turistas de todas partes del mundo, ocho personas han sido detenidas en Londres, Birmingham y otros puntos del Reino Unido, informó este jueves el jefe de la unidad antiterrorista de la Policía, Mark Rowley.
Aunque no identificó al agresor, la jefa del Gobierno conservador señaló que las fuerzas del orden trabajan sobre la hipótesis de que estuviera «inspirado» en el terrorismo «islamista».
Sobre las 14.40 GMT de este miércoles, el atacante atropelló con su vehículo a unos viandantes que estaban en el puente de Westminster, antes de estrellar el vehículo contra las verjas del Parlamento.
Después se bajó de su carro, corrió hacia la entrada del edificio parlamentario, donde apuñaló a Keith Palmer y, cuando se disponía a atacar a otro agente, fue abatido a tiros por la Policía.
En el puente, el agresor mató a una mujer de 43 años, madre de dos niñas y que trabajaba en un colegio secundario de la zona, y a un hombre de entre 40 y 50 años.
De los 29 heridos que recibieron atención médica en hospitales de la ciudad, siete están en estado «crítico».
Entre los heridos, May informó de que hay 12 británicos, tres franceses, dos rumanos, cuatro surcoreanos, dos griegos, un alemán, un polaco, un irlandés, un chino, un italiano y un estadounidense.
El atentado ha provocado una gran conmoción en el Reino Unido, donde las fuerzas del orden han realizado en los últimos años numerosos entrenamientos para hacer frente a la amenaza terrorista, especialmente tras los ataques de París (2015) y Bruselas (2016).
El Reino Unido no ha modificado el nivel de la amenaza terrorista, que se mantiene en «severa», la segunda más alta y que indica que un atentado es «altamente probable».
Según informó May, las fuerzas de seguridad han frustrado desde junio de 2013 un total de 13 complots terroristas contra el país.
El agresor, según la Policía, buscaba entrar en el edificio parlamentario, a pesar de las fuertes medidas de seguridad por tratarse del lugar más emblemático de Londres, si bien aún queda por establecerse cuál era su objetivo.
Al dar los detalles de la investigación ante la Cámara de los Comunes, May indicó que el Reino Unido «no tiene miedo» y que el agresor buscaba atentar contra la democracia y «todas las personas libres» de distintas partes del mundo.
«Nos reunimos aquí en el más antiguo de todos los parlamentos porque sabemos que la democracia y los valores que conlleva siempre van a prevalecer», agregó.
«Estos valores -dijo-, la libertad de expresión, la libertad, los derechos humanos, el imperio de la ley, están encarnados aquí, en este lugar, pero son compartidos por gente libre de todo el mundo».
«Éste ha sido un ataque contra gente libre de todas partes y, en nombre del pueblo británico, quisiera dar las gracias a nuestros amigos y aliados en todo el mundo que han dejado claro que están con nosotros en este momento», resaltó.
Antes, el ministro británico de Defensa, Michael Fallon, dijo que el Gobierno y las fuerzas de seguridad trabajan sobre la base de que el atentado está «ligado al terrorismo islamista».
Este atentado ha sido el más grave en el Reino Unido desde los ataques del 7 de julio de 2005 (7-J) contra la red de transporte de Londres, en los que murieron 59 personas, cuatro de ellas los terroristas suicidas.