El accidente de una carroza de una escuela de samba, que dejó ocho heridos, empañó el estreno del carnaval de Río de Janeiro, pero no impidió que el mayor espectáculo del mundo a cielo abierto siguiera adelante en el Sambódromo.
El carnaval se estrenó con el desfile de la escuela Paraíso de Tuiuti, que se desarrolló con normalidad hasta que le tocó el turno a la última carroza alegórica, de unas tres toneladas y con 40 bailarines en sus plataformas, que tuvo problemas para entrar en la recta del Sambódromo.
Cuando enfilaba la pasarela de samba, la carroza perdió el control, chocó contra uno de los pabellones laterales y, al intentar retroceder, atropelló a al menos a ocho personas.
Durante unos minutos, las sirenas de las ambulancias que accedieron a la recta para atender a los heridos -al menos dos graves y seis conducidos a un hospital-, se confundieron con la samba del carnaval.
El accidente no impidió que la escuela terminara de recorrer los 700 metros de la recta del Sambódromo, abarrotado por más de 72.000 personas que, en su mayoría no llegaron a enterarse de lo ocurrido.
Aunque aún no se han aclarado las causas del incidente, un director de la organización apuntó la posibilidad de que la lluvia hiciera patinar las ruedas de la carroza.
«Fue una fatalidad», lamentó en declaraciones a Efe un portavoz de Tuiuti, que explicó que la policía investiga las circunstancias del siniestro.
«El desfile continuó, pero el ambiente ya no puede ser el mismo», admitió el portavoz.
El accidente provocó un receso de cerca de una hora en los desfiles, que se reanudaron, como estaba previsto, con la escuela Grande Río, una de cuyas carrozas también tuvo problemas para maniobrar antes de enfilar la recta del Sambódromo, lo que obligó a retrasar también su desfile durante unos diez minutos.
La carroza, la última del desfile de Grande Río, transportaba a la popular cantante Ivete Sangalo, a quien la escuela homenajeó en este carnaval.
El accidente puede frustrar el sueño de Paraíso de Tuiuti de permanecer entre las escuelas del Grupo Especial de Río de Janeiro, las doce consideradas como de «primera división».
Tuiuti ascendió a esta división como campeona del Grupo de Acceso del año pasado y había elegido un desfile sobre la cultura brasileña, en especial el movimiento «Tropicalista», cuyos padres son los cantautores Caetano Veloso y Gilberto Gil.
La escuela desfiló con 3.100 miembros, todos cuidadosamente disfrazados, una orquesta de percusión de más de un centenar de músicos, 34 alas (secciones) y seis gigantescas carrozas alegóricas.
La segunda de las seis escuelas en desfilar esta noche, Grande Río, escenificó en el Sambódromo un homenaje a Bahía, el estado brasileño en que más se afincó la cultura africana, con su homenaje a Sangalo.
Le siguen los desfiles de Imperatriz Lepoldinense, con una puesta en escena en la que defenderá la preservación ambiental y cultural de la Amazonía; y Unidos de Vila Isabel, que abordará la influencia de los negros en la música de América Latina y el Caribe.
Las dos últimas escuelas en desfilar serán Salgueiro, que mostrará en el Sambódromo su versión carnavalizada de la Divina Comedia de Dante Alighieri, y Beija-Flor, con un desfile sobre la india Iracema.
El carnaval de Río continuará en la noche de este lunes con los desfiles de otras seis escuelas que componen el Grupo Especial, la primera división del carnaval de Río, y el miércoles medio centenar de jurados dará su veredicto y anunciará la campeona de 2017.
En los dos días de desfiles pasarán por el Sambódromo cerca de 60.000 sambistas, 3.500 percusionistas y unas 70 carrozas alegóricas para un público superior de 200.000 personas, incluidos los invitados especiales en los balcones.