El presidente Donald Trump propuso el martes alcanzar un acuerdo sobre políticas migratorias en dos fases: atendiendo primero a los inmigrantes jóvenes y la seguridad fronteriza, y después realizando cambios integrales que el Congreso ha eludido desde hace mucho tiempo.
Trump presidió una larga reunión con legisladores republicanos y demócratas que buscan una solución para los cientos de miles de jóvenes que fueron traídos de niños y que ahora viven sin autorización en Estados Unidos.
El año pasado, Trump anunció el fin del programa Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA por sus siglas en inglés), que protegía de la deportación a unos 700.000 inmigrantes y les otorgaba permiso temporal de trabajo. El mandatario dio al Congreso hasta marzo para alcanzar una solución.
El presidente y los legisladores presentes expresaron su optimismo ante la posibilidad de llegar a un consenso 10 días antes del plazo para evitar un cierre del gobierno. Trump dijo que estaba dispuesto a ser flexible y los demócratas le recordaron que las vidas de cientos de miles de personas dependen del resultado.
«Creo que mis posiciones serán las que presenten las personas en este salón», dijo Trump. Un grupo de periodistas fue testigo de la sesión, que duró unos 55 minutos, en la que Trump pidió opiniones a los demócratas y los republicanos en un intercambio de puntos de vista sobre un asunto controversial.
«Mi cabeza da vueltas por todas las cosas que el presidente y otros dijeron en ese salón», dijo el senador demócrata Dick Durbin. «Sin embargo, por el sentido de urgencia, el compromiso con el DACA, el hecho de que el presidente me haya dicho en privado así como en público que quiere que esto se resuelva, voy a darle crédito a su palabra».
La Casa Blanca dijo después de la reunión que los legisladores habían acordado limitar las negociaciones a cuatro temas: seguridad fronteriza, «migración en cadena», la lotería de visas, y el DACA. Demócratas y republicanos tienen previsto reanudar el miércoles las negociaciones.
Sin embargo, el intercambió suscitó dudas sobre hasta dónde Trump está dispuesto a presionar para concretar su muro fronterizo.
El presidente dijo que no necesita un «muro de 2.000 millas (3.200 kilómetros). No necesitamos un muro donde hay ríos y montañas y otras cosas que protegen. Pero sí necesitamos un muro en un tramo bastante grande».
Horas más tarde, dijo en su cuenta de Twitter que «nuestro país necesita la seguridad de un muro en la frontera sur, lo cual debe ser parte del acuerdo sobre el DACA».
Trump ha argumentado eso durante mucho tiempo, e incluso dijo durante su campaña que no necesitaba ser continuo, gracias a las barreras naturales en la zona. Y dijo que aceptaría la instalación de cercas en algunos sectores.
La reunión, realizada de manera pública, dejó al descubierto la interacción entre los partidos en asuntos que casi siempre están confinados a negociaciones a puerta cerrada.
Contradicciones y aclaraciones
En un momento, la senadora demócrata de California, Dianne Feinstein, preguntó a Trump si apoyaría una nueva iniciativa sobre el DACA «con los cambios acordados» con el compromiso de buscar después una reforma integral sobre inmigración.
Trump respondió «me gustaría… Creo que muchas personas quisieran ver eso, pero a mi parecer tenemos que resolver lo del DACA primero».
«Aunque», intervino el líder de la mayoría en la Cámara de Representantes, el republicano Kevin McCarthy, «señor presidente, usted necesita ser claro» en que una iniciativa relacionada con los dreamers necesita incluir seguridad fronteriza.
Los representantes republicanos advirtieron que tienen previsto presentar pronto una medida que aborde la seguridad fronteriza y el asunto de los dreamers. «Debe ser una iniciativa de amor», dijo Trump.
Que Trump acepte una «iniciativa de amor» hizo recordar sus críticas previas al precandidato presidencial republicano Jeb Bush, quien había dicho que mucha gente llega ilegalmente a Estados Unidos en un «acto de amor». En aquel entonces, el equipo de campaña de Trump difundió en internet un video con las palabras: «Olvídense del amor, es hora de ponerse estrictos».
Alarmas conservadoras
Los sectores conservadores sonaron las alarmas de inmediato sobre un proceso que podría propiciar un acuerdo integral sobre inmigración, un tema rechazado desde hace años por las filas republicanas más recalcitrantes.
«Nada que Michael Wolff pudiera decir sobre @realDonaldTrump lo ha lastimado tanto como el festival de amor del DACA en este momento», tuiteó la comentarista conservadora Ann Coulter en referencia a la imagen de Trump descrita en el nuevo libro «Fire and Fury».
El representante republicano Mark Meadows, líder de la «bancada libertad», dijo en un mensaje de texto después de la reunión en la casa Blanca que él se opone «en lo general» a un proceso en dos fases, «porque si vemos la historia, la segunda fase nunca se da». Sin embargo, Meadows dijo después que si las primeras medidas incluyen los cuatro aspectos esbozados por la Casa Blanca, «entonces yo podría apoyar un proceso de dos fases a sabiendas de que la primera sería la única garantizada».
El presidente pareció reconocer las posibles dificultades políticas de buscar un acuerdo más permanente cuando dijo a los legisladores «que me critiquen todo lo que se quiera. Pero ustedes ya no están muy lejos de una reforma integral de inmigración».
Después de la reunión, los legisladores de ambos partidos parecían divididos sobre los aspectos esenciales de la exigencia de Trump de construir un muro en la frontera sur.
El representante demócrata Steny Hoyer dijo que su partido se opuso a la demanda de los republicanos de que se autoricen $18.000 millones de dólares para la construcción del muro. «Quedó claro en la reunión que muro no significa una estructura», afirmó Hoyer, y subrayó que el presidente también mencionó cercas, cámaras y otras medidas de seguridad para la frontera.
El fin de semana, Trump dijo que no firmaría una iniciativa sobre el DACA a menos que el Congreso acuerde una reforma al sistema de inmigración legal, y dijo que cualquier pacto debe incluir una reforma al sistema de inmigración basado en la familia así como el fin a la lotería de visas por diversidad.
Eso sería adicional a los recursos para el muro fronterizo y a un aumento de la seguridad limítrofe. Pero en la reunión, el mandatario manifestó su disposición a lograr un acuerdo con los demócratas, cuyos votos son necesarios en el Senado, donde la diferencia es muy estrecha.
«El presidente exhibió, creo, bastante flexibilidad cuando las cámaras no estaban, en términos de lo que hagamos en esta fase y la siguiente, y reconoció que muchas cosas que queremos serán parte de una iniciativa amplia, aunque no ahora», dijo el senador republicano Jeff Flake, uno de los participantes.