OIM / Gema Cortés

En América Latina y el Caribe, la migración ha contribuido históricamente al desarrollo de nuestras sociedades. Entre 2019 y 2024, más de 4 millones de personas migrantes han logrado regularizar su estatus en la región, un logro que no solo les otorga derechos fundamentales, sino que también les permite contribuir activamente al desarrollo económico y social de los países que los acogen.

Un ejemplo claro de este impacto se vive en Expo Comer 2025, la feria comercial más importante de América Central y una plataforma clave para el emprendimiento migrante. Este año, con el apoyo de la Agencia Sueca de Cooperación Internacional para el Desarrollo (ASDI) y la Cámara de Empresarios, Ejecutivos y Emprendedores Venezolanos en el Exterior (CAVEX), un grupo de personas emprendedoras y pequeñas empresas migrantes está mostrando su talento en el stand #Somosparte.

Estos emprendedores no solo presentan productos y servicios innovadores; sino que también están construyendo puentes entre culturas y mercados. Durante la feria, tienen la oportunidad de participar en la Rueda de Negocios Internacional, conectando con empresarios de más de 30 países. Estas interacciones no solo benefician a las personas migrantes, sino también a las economías locales e internacionales que reconocen su potencial como socios comerciales y creadores de empleo.

La integración socio económica es clave para transformar los desafíos migratorios en oportunidades. Los estudios sobre el aporte de la migración a las comunidades de acogida realizados por la Organización Internacional para las Migraciones, OIM, en colaboración con CAVEX en varios países de la región, demuestran que los emprendimientos liderados por personas migrantes pueden ser motores del desarrollo sostenible y contribuir fiscalmente a los países de acogida y en la creación de empleos.

En la experiencia de OIM, se ha visto cómo las comunidades que encuentran mecanismos de integración pueden prosperar más rápido. Las personas migrantes usualmente traen consigo habilidades únicas, creatividad y una resiliencia admirable. Cuando se les da la oportunidad de integrarse plenamente, contribuyen a construir sociedades más dinámicas e inclusivas. En eventos como Expocomer 2025, este potencial se hace evidente: los emprendedores migrantes no solo buscan mejorar sus vidas, sino también aportar al bienestar colectivo.

La regularización alcanzada por millones de personas migrantes en estos años es un paso crucial hacia este objetivo. Pero aún queda mucho por hacer. Se necesita seguir trabajando juntos: gobiernos, sector privado, comunidad internacional, organizaciones internacionales, academia y sociedad civil, para garantizar que las personas migrantes encuentren espacios donde puedan desarrollarse plenamente y contribuir al desarrollo sostenible de nuestra región.  El rol del sector privado es fundamental en este proceso para lograr que las oportunidades de trabajo reflejen las necesidades de aquellos sectores que contribuyan al desarrollo del país.

La participación de personas migrantes y pequeñas empresas en Expocomer 2025 es un recordatorio poderoso del impacto positivo que puede tener una migración bien gestionada.  Ver a estos emprendedores presentar sus productos y conectar con empresarios de todo el mundo, nos genera optimismo sobre el futuro. La colaboración entre migrantes, comunidades locales y autoridades nacionales y descentralizadas puede ser un catalizador para un desarrollo sostenible.

En la OIM, seguirán trabajando para que las personas migrantes encuentren oportunidades cuando se requiera, para lograr una migración segura, ordenada y regular en el marco de las legislaciones y políticas de los países receptores. Es importante destacar el vínculo entre la migración y el desarrollo, donde los migrantes se pueden convertir en socios clave en la construcción hacia un futuro más próspero. Juntos, se pueden crear sociedades donde todas las personas tengan la oportunidad de progresar.