El diario estadounidense The Washington Post realizó una publicación recientemente sobre la grave situación que viven los venezolanos.
Destacan que Venezuela, un país que llegó a ser el más rico de Latinoamérica, se convirtió en un sitio de prueba para determinar cuánto estrés económico y social puede tolerar una sociedad hasta llegar a la anarquía total, reseñó El Nacional.
The Washington Post indica que los venezolanos se acercaron a ese punto de ruptura, tras el decreto del presidente Nicolás Maduro de sacar de circulación los billetes de 100 bolívares en tres días. Calificaron al gobierno actual de autocrático y populista.
Además destacan entre los problemas del país la escasez de alimentos, medicinas, entre otros bienes de consumo, así como la inflación: que ha hecho perder el valor adquisitivo del bolívar.
En la publicación recuerdan que “para este mes el billete de 100 bolívares, el más importante en circulación, valía sólo 2 centavos, obligando a la gente a llevar montones de ellos para hacer las compras más rudimentarias. Luego vino el golpe: el presidente Nicolás Maduro anunció que los seis billones de billetes de 100 bolívares dejarían de ser moneda de curso legal en sólo 72 horas”.
Señalan que como consecuencia de la medida comenzaron protestas y saqueos en diversos estados. En Ciudad Bolívar cientos de comercios fueron asaltados y los disturbios dejaron tres muertos en solo tres días, obligando al Ejecutivo a extender hasta el 2 de enero la validez de los billetes.
Aseguran que “el hecho de que el gobierno de Maduro se tambalee de alguna manera se debe a su negativa a permitir el referéndum revocatorio, la división en la oposición, un ejército profundamente comprometido por la corrupción, incluido el narcotráfico; así como la desviación de la presión internacional (incluida la de los Estados Unidos) en intentos inútiles de promover negociaciones entre el gobierno y la disidencia”.
The Washington Post plasmó que en vez de una transición política el país sufre una descomposición integral del orden: “Que sus vecinos hemisféricos sean testigos y no ejerzan presión significativa sobre el gobierno, hace que el fracaso sea aún más profundo”.