Texas se dispone el jueves a rendir los últimos honores y dar sepultura al presidente George H.W, Bush, después de tres días de emotiva conmemoración en Washington sobre su vida con elogiosos discursos, salvas de cañones y un poco de tierno humor.
El avión de la Fuerza Aérea trasladó el miércoles su ataúd a Houston para un servicio final y entierro este jueves en los terrenos de su biblioteca presidencial en la Universidad de Texas A&M, en College Station.
Será enterrado junto a Barbara Bush, su esposa de 73 años, y Robin Bush, la hija de ambos que murió de leucemia a los 3 años.
Los restos del cuadragésimo primer presidente de Estados Unidos permanecen en la iglesia episcopal San Martín, su iglesia familiar.
Los panegíricos en el último servicio funeral el jueves en la iglesia serán pronunciados por George Prescot Bush, nieto del difunto presidente, y por el exsecretario de Estado James Baker.
Durante el recorrido el miércoles a lo largo de una carretera interestatal cerrada, cientos de personas en autos parados al lado de la carretera tomaron fotos y filmaron videos con teléfonos celulares. Un conductor de un camión cisterna se subió al vehículo para ver mejor, y al menos 15 bomberos escalaron un par de camiones de bomberos detenidos para saludar.
A su llegada a la iglesia, el ataúd de Bush fue recibido por una banda militar y por el alcalde demócrata de Houston, Sylvester Turner.
San Martin, es la mayor iglesia episcopal de la nación, tiene más de 9 mil feligreses. George H.W. Bush y su esposa Barbara eran miembros de mucho tiempo y donantes.