A medida que las ballenas migran a lo largo de la costa pacífica de Panamá, el biólogo marino del Smithsonian Héctor Guzmán pide a los observadores de ballenas que envíen fotos de las aletas de ballena para ayudarle a entender cómo cambian las poblaciones de ballenas jorobadas con el tiempo y darle seguimiento a sus viajes a través del hemisferio.
«Las poblaciones de ballenas jorobadas parecen estar recuperándose pero necesitamos más información», comentó Guzmán, quien ha dado seguimiento a estas poblaciones desde el 2003 y ha visto los mismos individuos en fotografías tomadas en Panamá y en la Antártida.
Al igual que las huellas dactilares humanas, las aletas de ballenas son únicas. Los científicos han utilizado durante mucho tiempo los patrones de las aletas y los pigmentos para identificar y monitorear a los individuos. La tecnología de cámaras digitales modernas, incluyendo marcadores de GPS y sellos de tiempo hace que esta sea una herramienta aún más potente.
Guzmán utiliza transmisores de radio para dar seguimiento a las ballenas en el Golfo de Panamá, lo que llevó a que se elaboraran regulaciones de transporte diseñadas para reducir drásticamente la probabilidad de colisiones entre buques y ballenas.
Este proyecto de ciencia ciudadana se deriva de un acuerdo entre El Smithsonian y Whale Watching Panamá, un operador turístico que Guzmán llama un «tremendo aliado» en el proyecto. Aquellos interesados en compartir sus imágenes, las pueden enviar a ballenas@si.edu junto con su nombre, fecha y lugar. Las imágenes son estrictamente para uso científico. Las imágenes no serán publicadas sin permiso de los fotógrafos.
Con información del Smithsonian Tropical Research Institute.