La evacuación de las personas asediadas en el este de la ciudad siria de Alepo (norte) se reanudó hoy, de donde ya han salido en las últimas horas unas 4.500 personas, mientras se lleva a cabo una operación similar en los pueblos de mayoría chií de Fua y Kefraya.
Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, la operación se retomó la pasada madrugada para facilitar la salida de enfermos, heridos, civiles y combatientes opositores de los distritos sitiados de la mitad oriental de Alepo en dirección al área de Al Rashidín, al oeste de la urbe.
Mientras, unas 500 personas han llegado a bordo de decenas de autobuses a zonas bajo el control de las autoridades sirias en Alepo procedentes de Fua y Kefraya, en la vecina provincia de Idleb y rodeadas por el Frente de la Conquista del Levante (exfilial siria de Al Qaeda) y otras facciones.
La televisión oficial siria ha informado de que unos 51 autobuses con «terroristas» y sus familias han salido del este de Alepo y han llegado a Al Rashidín, mientras que decenas de vehículos, provenientes de Fua y Kefraya, se encuentran ya en zonas bajo el dominio de las fuerzas gubernamentales en la ciudad.
La cadena mostró imágenes en directo de autobuses que habían abandonado el este de Alepo a su paso por el corredor de Al Ramusa, en el sur, que conecta los barrios con presencia de rebeldes con los que están en poder de las autoridades.
Estas operaciones de evacuación han sido posibles gracias al acuerdo alcanzado entre Turquía, aliada de los rebeldes, e Irán y Rusia, que respaldan al Gobierno de Damasco, apuntó el Observatorio.
La evacuación en Alepo se inició el jueves pero fue suspendida el viernes en medio de las acusaciones entre las partes.
Hace dos días, se alcanzó un nuevo pacto que incluía el traslado de personas de Fua y Kefraya, a cambio de la reanudación del proceso en Alepo, una reivindicación que desde el principio había hecho Irán.
Ayer iba a reanudarse la operación, pero volvió a quedar paralizada tras la quema de autobuses destinados a evacuar a personas de Fua y Kefraya por parte de la facción radical Yund al Aqsa, vinculada al Frente de la Conquista del Levante, según acusaciones de un conductor de los vehículos.
Hasta el momento en que se suspendió la evacuación el viernes, unas 8.500 personas habían abandonado la zona asediada del este de Alepo, de acuerdo con datos del Observatorio.
Un médico que permanecía en esa área señaló a Efe hace dos días que todavía permanecían unas 50.000 personas en los cuatro barrios, que están cercados por el ejército sirio y donde hay presencia insurgente.