El embajador de Venezuela ante la ONU, Rafael Ramírez, confirmó este martes su renuncia al cargo a través de su cuenta de Twitter.
Ramírez indicó que su renuncia responde al pedido del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, aunque no menciona su nombre en la carta de renuncia que envió el cuatro de diciembre al ministro de Relaciones Exteriores, Jorge Arreaza.
En su mensaje en la red social, Ramírez señala que fue “removido por mis opiniones” y que se mantendrá “leal al comandante Chávez pase lo que pase”.
En la carta dirigida a Arreaza, el embajador Ramírez expresó que la decisión responde a “acuerdos alcanzados” en su conversación con el ministro de Relaciones Exteriores tras el pedido de Maduro.
Debo informar que ayer, 4 de Diciembre de 2017, he renunciado, a solicitud del Presidente de la República, a mi cargo como Embajador Representante Permanente de Venezuela ante la ONU. Se me ha removido por mis opiniones, me mantendré, pase lo que pase, leal al Comandante Chávez! pic.twitter.com/tIfsamCHgz
— Rafael Ramirez (@RRamirezVE) December 5, 2017
Ramírez aprovechó para defender su profesionalismo y lealtad en la administración del cargo desempeñado desde el cinco de enero de 2015 hasta el cuatro de diciembre de 2017.
“Durante nuestra labor en el seno de este organismo multilateral, escenario político por excelencia que tiene una influencia definitiva en el relacionamiento entre las naciones del mundo, hemos logrado posicionar a nuestra patria, restableciendo y profundizando los lazos con todos los países y diferentes órganos y agencias de Naciones Unidas”, señala Ramírez en su carta de renuncia.
La renuncia del embajador de Venezuela ante la ONU se produce en medio del escándalo y las investigaciones sobre los casos de corrupción relacionados con PDVSA, donde fue jefe.
También se realiza días después de la detención de Diego Salazar Carreño, primo hermano de Ramírez y a quien se le acusa de blanqueo de capitales.