Los estudios demuestran que los asesinatos masivos se han triplicado en los últimos años y la cantidad de víctimas que provocan sigue en aumento.
La matanza el domingo por la noche en Las Vegas dejó 59 muertos luego que un francotirador disparó contra unas 22.000 personas que asistían a un festival de música.
Hasta esa tragedia, el tiroteo del año pasado en una discoteca de Orlando fue el más mortífero en la historia de los Estados Unidos. Cuarenta y nueve personas murieron cuando un pistolero abrió fuego dentro del club nocturno. En 2012, un hombre armado abrió fuego en una escuela primaria en Newtown, Connecticut, matando a 20 niños de entre 6 y 7 años de edad, así como otros seis, incluyendo la madre del tirador y personal y maestros de la escuela.
Los asesinos en masa usaron camiones llenos de fertilizantes para crear una explosión que dejó 168 muertos en el edificio federal en Oklahoma City en 1995. El lugar ahora está lleno de sillas vacías, cada una grabada con el nombre de una de las víctimas.
Ese fue el peor asesinato en masa hasta el fatídico 11 de septiembre de 2001, cuando terroristas estrellaron aviones contra las torres gemelas del World Trade Center en el bajo Manhattan. Como en la ciudad de Oklahoma, el espacio donde las torres se erigían es ahora un monumento conmemorativo.
El perfil del asesino en masa
J. Reid Meloy, un psicólogo forense, dice que los asesinos en masa «suelen tener más en común» entre sí que no.
Según él, los asesinos tienden a tener una historia de problemas psiquiátricos, son en su mayoría hombres, y tienen relaciones íntimas dificultosas.
Meloy dijo que los asesinatos son una búsqueda de estatus y por lo general no están, a pesar de las afirmaciones de los asesinos, arraigados a una causa.
«A menudo, el camino hacia la violencia comienza con un agravio personal», dijo Meloy. «Típicamente tiene tres componentes: uno es que hay algún tipo de pérdida; en segundo lugar, hay un sentimiento de humillación y; en tercer lugar, hay ira y culpa de una persona o un grupo de personas que han provocado este problema. »
El acceso fácil a las armas es un factor, pero los medios de comunicación social es otro.
Meloy dijo que los medios de comunicación social hacen que los asesinos alcancen notoriedad y, cuando se muestra un ataque en línea, los que buscan notoriedad deciden imitar la atrocidad y ganar notoriedad por sí mismos.
Es una atracción que, desgraciadamente, Meloy predice que generará aún más asesinatos en masa.