Panamá es un mosaico de razas, culturas y creencias. Esa fue la conclusión del Foro Mosaico Panamá 2017, organizado por la congregación Kol Shearith Israel, que reunió a personalidades de la sociedad panameña para hablar de diversidad, inclusión e integración. El evento conmemora los más de 140 años de presencia de la comunidad judía en Panamá.
El alcalde de Panamá, José Isabel Blandón Figueroa; la ministra de gobierno, Maria Luisa Romero; el rabino Gustavo Kraselnik, la presidenta del Instituto cultural Panamá- Israel, Mercedes Eleta; el excanciller de Panamá, Jorge Eduardo Ritter y el arqueólogo español Miguel Angel Hervás se reunieron para conversar sobre Panamá como un país de oportunidades.
La diversidad y la presencia de extranjeros en el país fue un tema abordado por varios de los ponentes. «Panamá es el único país del mundo que nació globalizado. El tema de las migraciones lo tenemos que sacar de la agenda política», recomendó Ritter a la audiencia. «Aparte de pequeños brotes xenofóbicos, Panamá es un país orgulloso de su multiculturalidad», dijo el excanciller, pero reconoció que será «inevitable que este discurso xenofóbico aparezca en las elecciones».
Durante su exposición, Ritter hizo un recorrido por las diferentes migraciones en distintos periodos de Panamá antes y después de ser una República independiente
Por su parte, el alcalde Blandón reconoció el aporte de los migrantes a lo largo de la historia panameña.
«Panamá es un país de emigrantes, nuestra ciudad refleja esa diversidad, eso es algo que la hace única en la región. Habrá quienes quieran ver la heterogeneidad como un problema, pero yo más bien lo veo como una oportunidad», dijo.
«Hoy nos enfrentamos a una nueva ola de migrantes. generada por la inseguridad y la inestabilidad política de la región. No tenemos debidamente registradas las cifras reales, pero debemos tener cerca de medio millón de inmigrantes de relativa reciente data principalmente de Colombia y Venezuela, este fenómeno nos plantea nuevos retos», dijo.