Una mayor planificación urbana, más espacios y transporte público son algunas de las claves para dar sostenibilidad a la Ciudad de Panamá, una capital poco amigable con el medio ambiente por sus muchas barriadas dependientes de los vehículos privados.
Así lo dijo en una entrevista a Efe el arquitecto especialista en ciudades Luis Alfaro, quien calificó a la Ciudad de Panamá como una capital «poco sostenible».
Lo sostenible es aquello con un «equilibrio entre el entorno y los seres vivos», y el «desarrollo que asegura las necesidades del presente, sin comprometer las necesidades del futuro», explicó Alfaro.
«La Ciudad de Panamá no es muy sostenible, por muchas razones. Habitamos un territorio extenso, poco denso, poco diverso y de usos segregados. Esto complica el funcionamiento de los servicios urbanos, como la distribución de agua potable, recolección de basura, seguridad y movilidad», precisó Alfaro.
Por ello, convertir a Ciudad de Panamá en una urbe más sostenible pasa por una «planificación urbana, más y mejores espacios públicos y mejor transporte público, entre otros», pues «la ciudad debe descentralizarse y dejar de extenderse en el territorio como si el mismo fuera infinito».
Un informe del Programa de la ONU para el Medio Ambiente (PNUMA) reveló que la mayoría de las ciudades de América Latina y el Caribe, son ahora insostenibles, y que se prevé que para el 2050 consumirán cuatro veces más recursos fósiles y minerales de lo que se considera sostenible si no se toman medidas en materia de planificación urbana y eficiencia.
Las urbes de la región consumen entre 12 y 14 toneladas per cápita anuales de recursos, por encima de los límites considerados sostenibles de entre 6 y 8 toneladas per cápita al año, precisó el estudio «El peso de las ciudades de América Latina y el Caribe: requerimientos futuros de recursos y potenciales rutas de actuación».
BARRIOS DEPENDIENTES DE LOS VEHÍCULOS
En Panamá existen «barriadas dependientes 100 % a vehículos privados, requieren no solo una costosa infraestructura para funcionar, sino también grandes extensiones de territorio para mover y almacenar carros, además de petróleo extranjero», explicó Alfaro.
Sin embargo, «la mayor parte de la población de Panamá depende del transporte público», que «requiere mucho menos territorio que el vehículo privado para mover a una cantidad similar de personas, lo cual lo hace más sostenible».
Y para «el correcto funcionamiento del mismo, es necesario de una cómoda y segura red de aceras», algo que escasea en la capital panameña, «para que las personas puedan hacer parte de sus recorridos a pie», dijo el especialista.
Por lo que a su juicio, la «urbanización es sumamente importante», ya que «mientras más densa y compacta es una ciudad, menos territorio es utilizado, más se preservan ecosistemas naturales, menos recursos son necesarios para la movilización, la economía tiene mayor posibilidad de dinamismo, y los servicios urbanos funcionan mejor».
«Hacer mejor infraestructura urbana de todo tipo es indispensable para hacer la ciudad más sostenible», esto supone hacer «aceras, parques, árboles, plazas, lugares de encuentro, nuevos centros, más edificios de uso mixto, mayor conectividad ecológica humana, mayor diversidad, mayor resiliencia, mayor capacidad de innovación y transformación», añadió.
FALTA DE VOLUNTAD POLÍTICA, MÁS PARTICIPACIÓN CIUDADANA
Para Alfaro, «no parece haber voluntad política en la actual administración», pues «se han terminado algunos proyectos de renovación urbana que venían de la administración anterior, otros han demorado mucho, otros han sido olvidados, no parece haber nuevas propuestas, pero es difícil saber por la gran falta de transparencia».
Aún así, el ciudadano tiene el deber de participar «activamente, estando presente en las consultas ciudadanas, dando su opinión de lo que sucede en su ciudad», así como «informándose, dando ideas, proponiendo» o «agrupándose con sus vecinos para exigir que las autoridades locales cumplan con su labor».
«La empresa privada también debe participar activamente ya que forman parte de la comunidad», y a través de «programas de responsabilidad social empresarial puede hacer aportes de muchos tipos, y dependiendo del área económica de la empresa o el servicio que presta, puede contribuir de diversas maneras a una ciudad más sostenible», concluyó.