El vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, introdujo el miércoles una resolución donde solicita a las Naciones Unidas reconocer al presidente interino de Venezuela Juan Guaidó como presidente legítimo del país y revocar las credenciales de los representantes del gobierno en disputa de Nicolás Maduro.
“Con todo respeto señor embajador, usted no debería estar aquí», indicó Pence directamente a Samuel Moncada, embajador de Venezuela ante la ONU. «Usted debería regresar a Venezuela y decirle a Nicolás Maduro que su tiempo se acabó», agregó.
Pence aseguró que “el hemisferio occidental habló con voz clara. Naciones de todo el mundo han hablado. Es hora que la Naciones Unidas hable”.
Mike Pence hizo un llamado directo al organismo a actuar y aseguró que la situación en el país sudamericano representa una amenaza no solo para los venezolanos si no también para la “paz y seguridad” de la región.
Indicó que estaba ante el Consejo de Seguridad de la ONU para solicitar que “se levante por la democracia y el imperio de la ley de en esa nación que ha sufrido tanto”.
El vicepresidente resaltó la crítica situación económica que viven los venezolanos, el estado del sistema de salud, la violencia y represión y las alianzas que tiene el gobierno en disputa de Nicolás Maduro con países como Cuba e Irán.
“Venezuela es un estado fallido”, afirmó Pence, agregando que el problema en Venezuela era entre democracia y dictadura.
“Estamos comprometidos con ayudar a las familias y comunidades que han sido devastadas por el régimen de Maduro”, manifestó el vicepresidente de EE.UU., al informar sobre una ayuda adicional de 60 millones de dólares en asistencia humanitaria.
Además de esta nueva ayuda, adelantó que Washington anunciará nuevas medidas para que Cuba asuma su responsabilidad por “su maligna influencia” en Venezuela.
Indicó que EE.UU. continuará aplicando toda la presión económica y diplomática para lograr una transición pacífica a la democracia, «pero todas las opciones están sobre la mesa».
Un verdadera crisis humanitaria
Un experto que tomó la palabra en la reunión fue el subsecretario general de Asuntos Humanitarios, Mark Lowcock, para presentar el escenario económico y social que vive la nación sudamericana.
Lowcock aseguró que Venezuela atraviesa un “problema humanitario muy real” y que el organismo estaría listo para hacer más con la ayuda de todas las partes involucradas.
“La escala de la necesidad es significante y creciendo. Las Naciones Unidas está trabajando en Venezuela para expandir las provisiones de asistencia humanitaria”, indicó Lowcock.
Enfatizó que los esfuerzos humanitarios deben cumplir con las estándares internacionales de neutralidad, imparcialidad e independencia y que no debe ser politizado.
Entre las otras especialistas que escuchó Consejo de Seguridad fue la doctora Kathleen Page, de la Escuela de Medicina de la Universidad Johns Hopkins.
Human Right Watch e investigadores de salud pública de la Escuela de Medicina de la Universidad Johns Hopkins publicaron un informe la semana pasada donde urgieron a las Naciones Unidas que declararan la situación en Venezuela “una emergencia humanitaria compleja que representa un serio riesgo para la región”.
Page ratificó su pedido para que los recursos de las Naciones Unidas pueden ser usado de forma nutral, independiente e imparcial para ayudar a los venezolanos.