El vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, anunció en Houston nuevas sanciones petroleras contra el gobierno en disputa de Venezuela. El objetivo de la medida son 34 buques petroleros y dos compañías que participaban en el transporte de crudo del país suramericano.
“El petróleo es la línea vital del régimen corrupto”, dijo el vicepresidente Pence en un discurso ante la comunidad venezolana en Texas, en donde también estuvo presente el representante del gobierno de Juan Guaidó en EE.UU., Carlos Vecchio.
Pence mencionó que estas embarcaciones estarían transportando crudo a Cuba y reiteró que «el petróleo de Venezuela le pertenece al pueblo venezolano».
Por su parte, el Departamento del Tesoro confirmó las sanciones y garantizó que «EE.UU. continúa tomando medidas enérgicas contra el régimen ilegítimo del ex presidente Nicolás Maduro, no solo para aislar a las empresas corruptas de Venezuela sino también para atacar a los partidarios de Maduro en La Habana que continúan permitiendo la opresión del pueblo de Venezuela».
«Cuba ha sido una fuerza subyacente que alimenta el descenso de Venezuela a la crisis. El Tesoro está tomando medidas contra los buques y las entidades que transportan petróleo, proporcionando un salvavidas para mantener a flote el régimen ilegítimo de Maduro», dijo el secretario del Tesoro, Steven T. Mnuchin.
Asimismo, el vicepresidente de EE.UU. reafirmó el apoyo del gobierno del presidente Donald Trump a Guaidó e instó a los países del mundo para que reconozcan a Guaidó como el único presidente legítimo de Venezuela.
Pence también insistió en la búsqueda de una salida del presidente en disputa, Nicolás Maduro, del poder cuanto antes y mencionó que «la tiranía debe terminar pronto».
“La lucha por la libertad en Venezuela ya comenzó y creo que se acerca el día cuando el país esté libre una vez más”, dijo Pence en un auditorio de la Universidad Rice.
Durante su discurso, el vicepresidente estadounidense anunció que el próximo miércoles hablará sobre la crisis en Venezuela ante el Consejo de Seguridad de la ONU.
Antes de dar su discurso, Pence se reunió con migrantes venezolanos residentes en Houston, quienes le hablaron sobre la situación en el país y le contaron los motivos por los que habían decidido salir de Venezuela.
Acompañado por el representante del gobierno interino en Estados Unidos, Pence escuchó a los migrantes y reafirmó el apoyo del presidente Donald Trump al pueblo venezolano.
Los exiliados, decenas de países del mundo y muchos venezolanos en el país anhelan la puesta en marcha de una transición basada en la agenda del presidente encargado Juan Guaidó, que incluye lo que definen como el cese de la transición, la instalación de un gobierno provisional y elecciones libres.
Cálculos indican que unos 50,000 venezolanos viven en el gran Houston, la segunda comunidad de expatriados más grande fuera del sur de Florida.
Después de este evento, el vicepresidente se reunirá con venezolanos, incluidos los familiares de los seis ejecutivos de CITGO encarcelados en Caracas y con miembros de la nueva junta directiva de la petrolera, nombrada recientemente por el presidente interino Juan Guaidó.
En Houston está la sede de Citgo, la compañía petrolera subsidiaria de PDVSA que está en el centro de la disputa entre Maduro y Guaidó.
Pence se reunió recientemente con familiares de seis ejecutivos de Citgo presos en Venezuela, y exigió a Maduro que los libere inmediatamente y sin condiciones.
El grupo está acusado entre otros de presuntos cargos de malversación de fondos públicos, concierto de funcionario público con contratista, lavado de activos y asociación ilícita.
Familiares sostienen que los cargos son falsos, se les están violando derechos humanos y no reciben un justo proceso judicial.
Algunos exiliados que se oponen a Maduro sostienen que no son suficientes las sanciones hasta ahora: «Queremos ver más que ladridos. Queremos ver acción», dijo a Reuters Miguel Eljuri, un venezolano exempleado de PDVSA y que ahora vive en Houston.