Las alianzas de gremios y sindicatos y el Gobierno de Panamá aceptaron sentarse en una mesa única de diálogo para buscarle una salida sostenible a la crisis que vive el país con persistentes protestas y bloqueos en reclamo de un abaratamiento del elevado costo de la vida, que han producido desabastecimiento de alimentos y combustible y pérdidas millonarias.
Las protestas, incluida una huelga docente indefinida, comenzaron hace más de dos semanas y se han mantenido tras intentos fallidos de sofocarlas por parte del Gobierno, que aprobó subsidios al combustible y algunos alimentos y una reducción del gasto del 10 %, medidas consideradas «insuficientes» y no consensuadas por las bases de los gremios y sindicatos.
En este contexto, la Arquidiócesis de Panamá, que actúa desde la semana pasada como mediadora del diálogo, informó que este martes se iniciaría la «mesa única de diálogo» con una reunión de las partes en la provincia de Coclé, unos 120 kilómetros al oeste de la capital.
El presidente panameño, Laurentino Cortizo, «reiteró que mantiene la disposición del Órgano Ejecutivo de participar en una mesa única, y que el Gobierno se trasladará a donde los movimientos sociales determinen para dialogar», dijo la Arquidiócesis en un comunicado.
«Dada la situación de emergencia que sufren nuestras poblaciones, tanto en el campo como en las ciudades, animamos a todos los participantes en este diálogo para que muestren ‘signos de buena voluntad’, y se construyan consensos en un clima de paz, teniendo como centro la justicia social y el bien común», agregó la Iglesia católica.
El Ejecutivo reafirmó también en un comunicado difundido este martes que la mesa única que se prevé instalar este día «reunirá a representantes del Órgano Ejecutivo, la Alianza Pueblo Unido por la Vida, la Alianza Nacional del Pueblo Organizado, y los grupos organizados de la Comarca Ngäbe-Buglé».
Estos son los grupos que impulsan la protestas, que continuaban este martes en todo el país. Nuevamente, se veían largas filas de autos atascados en algunas carreteras del interior y en los accesos a la capital, así como ciudadanos que caminaban por las autopistas bloqueadas para llegar a sus trabajos o centros de salud.
«El Gobierno Nacional reitera su voluntad de dialogar franca y abiertamente con todos los sectores del país, como la mejor vía para unificar esfuerzos y encontrar soluciones que signifiquen el interés general de los panameños», dijo el comunicado oficial.