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El ministro de Seguridad, Frank Ábrego, informó que desde el inicio del flujo inverso de migrantes, unos 3,100 migrantes han ingresado a Panamá a través de la frontera con Costa Rica.
Ábrego detalló que de los 299 migrantes deportados desde Estados Unidos, 177 han regresado voluntariamente a sus países de origen, mientras que 10 más están a la espera de tomar el vuelo de regreso.
Sin embargo, 112 migrantes han rechazado regresar voluntariamente, ya que temen por su seguridad en sus países de origen. A estos, tanto la OIM como la ABNUR han intentado mediar, pero muchos tampoco desean trasladarse a un tercer país.
Panamá otorgará a esos migrantes un permiso voluntario de 30 días, con posibilidad de extensión hasta 90 días, para que puedan iniciar trámites legales y retornar a sus países de origen o a un tercer país dispuesto a acogerlos.
Ábrego explicó que para obtener este permiso, los migrantes deberán pasar por una serie de entrevistas, las cuales permitirán autorizar su salida de los refugios en el Centro de Recepción Migratoria de San Vicente. Este proceso tiene como objetivo garantizar el retorno seguro y ordenado de los migrantes que se encuentran en el país.