El gabinete del Gobierno de Panamá aprobó la realización de estudios sísmicos en mar abierto para determinar si hay reservas de petróleo o gas natural, informó este miércoles a Efe una fuente de la Secretaría Nacional de Energía (SNE).
El levantamiento geofísico se realizará solo a 15 kilómetros de las costas y no en tierra firme, en un trazado de 40.000 kilómetros, de acuerdo con un documento de la SNE que indica que los primeros análisis catalogan las zonas escogidas como potencialmente activas en hidrocarburos.
El consejo de ministros aprobó la noche del martes el contrato de cinco años de duración con «tres empresas reconocidas» que prestan el servicio de geofísica en plataformas marítimas y no tendrán exclusividad sobre el área, de acuerdo con el comunicado que la SNE entregó a Efe.
El área de estudio de «sísmica 2d» comprende ambas costas, del Pacífico y el Caribe panameño, y las empresas realizarán una inversión de 87 millones de dólares para la obtención de información, que luego podrán comercializar junto con el Estado.
La entidad estatal panameña abogó por esta modalidad «multicliente» porque permite obtener información sin incurrir en costos, ya que serán las empresas las que asuman el riesgo de intentar recuperar la inversión a través de la venta de la información recabada, por un tiempo definido, que no fue precisado.
Las compañías con las cuales se firmaron contratos idénticos son GX Technology Corporación, Geoex -ambas con sede en Houston, Texas (Estados Unidos)-, y Spectrum Geo Inc, de Noruega.
Los estudios se harán con buques sísmicos que usan una tecnología ligada a la transmisión controlada de energía acústica, mayormente a través de aire a alta presión disparado hacia el fondo del mar, explicó la SNE.
El secretario nacional de Energía, Víctor Urrutia, aseguró en la declaración que «realizar estudios sísmicos en 2D no obliga al país en un futuro a explorar y explotar las reservas de petróleo y gas natural que pudiesen encontrarse. Esta es una primera etapa que únicamente aporta mayor información al país».
La SNE apuntó que los lineamientos de política energética del país incluyen reducir la dependencia de fuentes externas, y que los hidrocarburos representan una de las principales fuentes de abastecimiento del país (un 40 %), a pesar de que se aumentará el paso de las fuentes renovables en los próximos años.
Además, estudios incipientes de los últimos años han aumentado la posibilidad de presencia de acumulaciones comercialmente explotables, como es el caso de importantes hallazgos en aguas profundas del Caribe colombiano fronterizo, indicó la fuente.
Entre 1919 y 1989 se realizaron perforaciones en 36 pozos dentro del territorio de Panamá, de acuerdo con el registro de la SNE.
En 2011 un estudio geológico determinó que hay petróleo en las provincias de Bocas del Toro (oeste) y Darién (este), así como en la región central de Azuero y en el litoral del Caribe panameño (norte).
Ese año, la SNE indicó que dos yacimientos en Darién, con unos 900 millones de barriles de crudo, representarían para Panamá unos 15.000 millones de dólares en regalías e impuestos, con un barril de 100 dólares (el doble de lo actual), durante un período de 20 años, de acuerdo con los cálculos de la consultora responsable del estudio, la venezolana OTS.
La capacidad instalada de generación eléctrica de Panamá es de alrededor de 1.426 megavatios, de los cuales un 53 % proviene de hidroeléctricas, un 40 % de plantas térmicas de hidrocarburos y un 7 % del parque eólico, según datos oficiales.