Las pequeñas y medianas empresas en cuatro países latinoamericanos, incluyendo Panamá, son optimistas para el próximo año y piensan invertir en sus negocios, según la cuarta edición anual de la Encuesta a Pequeñas y Medianas Empresas de América Latina de Brother International Corporation.
De los 801 ejecutivos encuestados en
Mientras el optimismo empresarial ha sido alto en años anteriores de la encuesta anual de Brother,los niveles de optimismo reportados este año fueron los más altos hasta ahora en los cuatro países.
Las perspectivas sobre la economía fueron también positivas, donde un 74% de los encuestados esperan que la economía general de su país mejore en 2018, incluyendo un 25% que espera que la economía de su país sea «mucho mejor.»
Se llevaron a cabo conversaciones de seguimiento con un grupo seleccionado de los propietarios y gerentes de empresas encuestados, lo que reveló una serie de factores que conducen al optimismo en toda la región.
Estos citaron que la estabilidad interna, los resultados de las elecciones, y nuevas políticas favorables para los negocios en sus países han contribuido a impulsar este fuerte sentido de optimismo.
En Panamá se mantiene un elevado optimismo entrando en
«Es importante tener una idea de qué está impulsando el optimismo empresarial en
«Nos sentimos complacidos ante el optimismo empresarial y el creciente deseo de crear un lugar de trabajo eficiente y tecnológicamente avanzado. Nuestro objetivo es seguir brindando las herramientas de oficina más eficaces en costo para ayudar a garantizar que nuestros clientes de pequeñas y medianas empresas sigan triunfando».
El Optimismo Estimulará las Inversiones en Tecnología en 2
Cuando se les preguntó si prefieren invertir en sus negocios ahora para ganar una ventaja sobre sus competidores, frente a la acumulación de dinero efectivo para ayudar a protegerse de una posible crisis económica, el 64% de las empresas prefieren invertir ahora, y sólo 34% prefieren ahorrar.
Alrededor del 18% de las empresas están planeando invertir en nuevos empleados, mientras que el 77% planea mantener estable el número de empleados, a pesar del optimismo que manifiestan acerca de sus negocios y la economía.
Al conversar con los propietarios de negocios para analizar aún más esta tendencia, se llegó al consenso de que las pequeñas y medianas empresas en la región prefieren invertir en el desarrollo de sus empleados actuales e incrementar la productividad en lugar de contratar nuevos funcionarios.
La tecnología de oficina tradicional sigue siendo una fuerte opción de inversión en 2018. La mitad de los encuestados dijo que planea invertir en computadores o servidores, y casi uno de cada cinco está planeando invertir en impresoras, fotocopiadoras o escáneres. Mientras tanto, casi un tercio indicó que está planeando invertir en tecnología móvil como smartphones o tabletas este año.
En consonancia con el resultado de la encuesta del año anterior, la tecnología de oficina tradicional sigue siendo sumamente importante. Cuando se les preguntó qué tecnología era esencial para los negocios, el 84 % considera esenciales a los computadores de escritorio o laptops, el 73% dio prioridad a los teléfonos móviles, el 66 % respondió que el Wi-Fi es indispensable, y el 60% respondió que lo más importante es una impresora o una impresora multifuncional.
En el estudio se analizaron las ideas de los dueños y gerentes de empresas sobre tecnologías avanzadas, tales como la integración móvil y la nube. Los datos muestran que el 62% de las empresas está utilizando la tecnología móvil integrada para ayudarse con tareas tales como la capacidad de imprimir, escanear, o compartir documentos desde su teléfono.
Cuatro de cada diez empresas dicen que usan la nube y el 28% considera ahora que la nube es «indispensable» para su empresa. Al conversar con los ejecutivos para examinar aún más esta tendencia, la mayoría reconoció la utilidad de la nube para sus empresas, aunque algunos se quejaron de que un mal servicio de Internet limita su capacidad para hacer un uso efectivo de ella.
Mientras continúa la preocupación por las posibles consecuencias que vienen con el aumento de la digitalización, la inquietud en torno a las brechas de seguridad ha disminuido notablemente, con sólo el 56% de los dueños y gerentes de empresas manifestando que se preocupa por la seguridad de su información debido a un ataque cibernético, frente a un 78% que expresó su preocupación en 2017.
Sin embargo, alrededor de uno de cada diez empresas ha admitido que ha sufrido una violación de seguridad en el pasado.