La Oficina del alto comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos advirtió este martes al Gobierno de Nicolás Maduro que la entrega de armas a civiles sólo exacerbará la tensión y el conflicto en Venezuela.
«Lo que se necesita en este contexto de conflicto es que la tensión se apacigüe, no que se incremente, y cuantas más armas en la calle más posibilidades de que puedan ser usadas», indicó el portavoz de la Oficina, Rupert Colville.
«Y dar armas a los civiles implica muchísimo riesgo», agregó.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, anunció este lunes que se ha aprobado un plan para ampliar a 500.000 los miembros de la Milicia Bolivariana que, armados con fusiles, se desplegarán en todas las zonas para la defensa del país.
«Un fusil para cada miliciano», dijo el jefe de Estado en cadena obligatoria de radio y televisión.
El presidente indicó que la meta final, «grande pero indispensable», es «ir a la organización y entrenamiento de un millón de milicianos (…) organizados, entrenados y armados para defender la paz» ante supuestos intentos de la oposición de promover una intervención internacional.
Colville recordó al ejecutivo bolivariano que la libertad de asamblea y manifestación es un derecho humano universal y que por lo tanto debe respetarse.
Dicho esto, también se refirió a los manifestantes y les dijo que deben protestar «de forma pacífica».
«Reiteramos al Gobierno que no debería haber detenciones masivas ni indiscriminadas y que el Ejecutivo debe hacer todo lo posible para apaciguar la tensión».
Colville solicitó al gobierno de Maduro que lleve a cabo «una investigación imparcial» de todos los actos violentos ocurridos en el contexto de las protestas y especialmente «los que han acabado con la muerte de personas».
«La situación está muy volátil y cualquier muerte violenta debe ser investigada de forma profunda e imparcial», reiteró, en referencia a las seis muertes violentas en el contexto de agitación civil que vive el país.