Con información del diario ABC de España.
Después de 18 días en la cueva de Tham Luang y una semana en el hospital recuperándose, este miércoles los doce niños han aparecido, con buen aspecto y muy animados, con balones de fútbol y jugando con ellos, para responder a las preguntas de medios de todo el mundo que se han congregado en el hospital.
Las primeras declaraciones del entrenador: «Subimos al punto más alto. Pensamos que igual había una solución, una manera de salir. Dije a los niños que teníamos que cavar para dejar el agua salir pero no fue posible. Entonces pensamos en buscar un lugar para dormir porque estaba cada vez más oscuro. Les dije a todos que no tuvieran miedo».
Además el entrenador de los chicos ha explicado que pensó en las dos opciones que tenían: Esperar un rescate o avanzar. «En ese momento escuchamos el agua subiendo y miramos delante y vimos que subía hacia nosotros también. Tuvimos que andar a otro punto y durante una hora el agua subió tres metros».
«Bebimos el agua que caía de las paredes de la cueva. No teníamos nada de comida» ha dicho uno de los niños de la cueva.
«El motivo por el que se celebrará una rueda de prensa es que los medios puedan hacerles preguntas y que, después de eso, puedan regresar a sus vidas normales sin que los medios de comunicación los molesten», ha dicho el portavoz del gobierno, Sunsern Kaewkumnerd, a la agencia France Presse.
Además, los niños han sido preparados psicológicamente para poder afrontar la enorme popularidad y expectación que su historia ha provocado.