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La cumbre virtual del G20, centrada este año en la recuperación de la crisis provocada por la covid-19, y el refuerzo de la cooperación entre sus miembros para combatir la pandemia, terminó este sábado tras una segunda sesión celebrada por los líderes del grupo y la publicación de una declaración final. En el texto, acordado por consenso, los líderes del G20 prometieron “no escatimar esfuerzos” para asegurar un acceso equitativo a las vacunas contra el codiv-19 en todo el mundo.
La declaración, en tono consensual, enumera pocas medidas concretas. “No escatimaremos esfuerzos para garantizar su acceso asequible y equitativo para todos”, indica vagamente el texto.
En la declaración final, los miembros del G20 se comprometen a aportar los fondos que todavía le faltan a la iniciativa COVAX, mediante la cual los países de ingresos medios y altos pueden financiar a los más pobres para que reciban también vacunas contra la covid-19. Este instrumento todavía requiere de 28.000 millones de dólares en financiación, de los que 4.200 millones que se necesitan antes del final del año.
Sin embargo, en el texto no hay más medidas para aliviar la situación de las naciones más desfavorecidas, pese a que era uno de los puntos más importantes de la agenda de varios de los participantes. La declaración final se limita a reiterar los compromisos ya adquiridos a lo largo del año por el Grupo con los países más vulnerables, como mantener la suspensión de la deuda para estos hasta junio de 2021, obviando por ahora el llamamiento hecho por la ONU para que este durase hasta finales del próximo año.
El grupo además, subraya “la urgente necesidad de controlar la propagación del virus, clave para sustentar la recuperación económica mundial. Estamos decididos a seguir utilizando todas las herramientas políticas disponibles siempre que sean necesarias para salvaguardar la vida, el empleo y los ingresos de las personas, así como la recuperación económica mundial y mejorar la resiliencia del sistema financiero”.
En términos generales, el G20 se compromete a “avanzar en la preparación, la prevención, la detección y la respuesta” a las pandemias globales y a “fortalecer la eficacia general” de las agencias de Naciones Unidas, la Organización Mundial de la Salud en particular, de la que recuerdan su “compromiso en favor de la transparencia”.
Los líderes del grupo también afirman estar “comprometidos a implementar” la llamada Iniciativa de Suspensión del Servicio de la Deuda (DSSI), “incluida su extensión hasta junio de 2021”, indica el texto. 29 de los países más favorecidos del mundo están utilizando este mecanismo para permitir a los países pobres endeudados con ellos suspender el pago de los intereses de sus deudas hasta junio de 2021. Pero mientras que Naciones Unidas esperaba que este plazo se prorrogara hasta finales de 2021, el G20 deja en manos de sus ministros de finanzas el “examen” de esta cuestión el año que viene.
La declaración final usa un tono más consensual que en las últimas cumbres del G20, marcadas por el conflicto por el clima y el comercio, muchas veces por las reticencias de Donald Trump
En cuanto al medioambiente, los países firmantes del Acuerdo de París, entre los que ya no se encuentra Estados Unidos, “reafirman su compromiso con su plena implementación, reflejando responsabilidades comunes pero diferenciadas y respectivas capacidades, a la luz de las diferentes circunstancias nacionales”.
Y en lo que respecta al comercio, tras años de enfrentamiento entre la administración estadounidense de Trump y China, pero también con sus socios europeos, el texto afirma esta vez que “apoyar el sistema multilateral de comercio es ahora más importante que nunca”.
La cumbre de las 20 mayores economías del mundo se celebró este año por videoconferencia bajo la presidencia de Arabia Saudita, país muy criticado por las organizaciones de defensa de derechos humanos.
“Hemos conseguido mucho este año, hemos cumplido nuestro compromiso para seguir trabajando juntos para enfrentarnos al desafío de la covid-19 para salvar vidas y medios de vida, y proteger a los grupos más vulnerables”, aseguró en unas declaraciones finales el rey Salmán bin Abdelaziz.
Tras agradecer a los demás líderes del grupo su participación en los dos días que ha durado el foro, le pasó el testigo al presidente de Italia, Giussepe Conte, que ostentará el próximo año la presidencia del G20.