VERSIÓN FINAL

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) instó este martes a que las políticas migratorias, especialmente las relacionadas con deportaciones, se ajusten al Derecho Internacional.

El llamado llega en medio de las acciones implementadas por el gobierno del presidente Donald Trump, quien retomó con fuerza su agenda de expulsiones desde su regreso a la Casa Blanca.

Stéphane Dujarric, portavoz del secretario general de la ONU, respondió en conferencia de prensa a preguntas sobre recientes casos de separación de familias durante deportaciones.

Aunque todos los países tienen el derecho y la responsabilidad de gestionar sus fronteras, deben hacerlo con la dignidad humana en el centro de sus políticas, señaló.

Uno de los casos que generó cuestionamientos fue el de una madre venezolana deportada el pasado viernes, cuya hija quedó bajo custodia en un hogar de acogida en EE.UU., a pesar del deseo materno de mantenerla a su lado. El padre de la menor ya había sido enviado en marzo a una prisión en El Salvador.

Ese mismo día, Trump celebró en una reunión en Míchigan sus primeros 100 días de gobierno, alardeando de que su administración está llevando a cabo “deportaciones masivas”, de forma “muy rápida”.

También se refirió a la suspensión de deportaciones ordenada por el Tribunal Supremo bajo la antigua Ley de Enemigos Extranjeros de 1798, mostrando su desacuerdo: “No creo que eso se mantenga por mucho tiempo”.

En su discurso, Trump también destacó que “los peores de los peores” están siendo enviados al Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot) en El Salvador, una prisión de máxima seguridad promovida por el presidente Nayib Bukele. Incluso presentó un video que muestra el traslado de los prisioneros, entre aplausos del público.

Por su parte, la portavoz del Departamento de Estado, Tammy Bruce, defendió la política migratoria señalando una supuesta efectividad: “Las entradas ilegales en la frontera suroeste se han reducido un 95 % desde 2024”, gracias a acuerdos con Guatemala, Panamá y El Salvador para frenar y deportar a migrantes.

La política migratoria del actual gobierno fue blanco de numerosas críticas.

Uno de los casos más controvertidos ocurrió recientemente, cuando dos niños estadounidenses (uno de ellos enfermo de cáncer metastásico) fueron deportados junto a su madre. Autoridades en Washington justificaron su actuar asegurando que los menores no fueron formalmente expulsados, pero que sus padres podían optar por llevárselos consigo.