El tan esperado sábado 23 de febrero dejó con tristeza a unos, a otros con decepción y a otro grupo con algo de esperanza. La jornada de la ayuda humanitaria anunciada por el presidente encargado de Venezuela, Juan Guaidó, terminó con derrotas, victorias y decepción.
Guaidó anunció con bombos y platillos que el primer camión con ayuda humanitaria entró al país por la frontera con Brasil. Mientras tanto, en Colombia, el resultado no fue parecido.
En el Puente Simón Bolívar se registraron fuertes disturbios que provocaron varios heridos por perdigones y gases lacrimógenas.
En el puente Santander no cambió mucho la cosa. Miembros de la Policía Nacional Bolivariana se atrevieron, incluso, a incendiar parte de la ayuda humanitaria.
Durante la confusa jornada, varios militares decidieron sublevarse, desconocer el régimen de Maduro y apegarse a la constitución. Traspasaron la frontera para permanecer, de ahora en adelante, en territorio colombiano.
¿Cambio de planes?
En Las Tienditas, punto que contó con la presencia del presidente colombiano Iván Duque, el presidente encargado de Venezuela, Juan Guaidó, el de Chile Sebastián Piñera y el de Paraguay, Mario Abdo, el ambiente estuvo más calmado, pero la decepción de las personas que madrugaron en un campamento humanitario a 200 metros del puente binacional, fue notoria.
Pese a lo peligroso que podía ser, las más de dos mil personas que se acercaron a este punto, querían llegar a Venezuela con la ayuda humanitaria.
«Sabemos que es peligroso, sabemos que puede ser una mala idea, pero ya estamos cansados de tanto. Yo no tengo ni para un plato de comida y estoy cansada de que nos digan que tengamos paciencia», dijo, en medio del llanto, Lucía Miranda, ciudadana venezolana.
Guaidó lideró el proceso de salida de los camiones con ayuda humanitaria desde el punto Las Tienditas, incluso se llegó a montar en el marcado con el número 1. Allí quedó todo. Ninguno de los camiones avanzó por ese puente binacional.
Tras una reunión con sus homólogos, decidieron hacer una rueda de prensa en conjunto.
«Se insiste de manera no violenta de acabar con la usurpación. Convocaremos muy pronto a elecciones en Venezuela», dijo el presidente encargado.
Duque, por su parte, expresó que Maduro no se está poniendo del lado correcto de la historia y apostó una vez más por la violencia.
El grupo estuvo acompañado por el secretario general de la Organización de Estados Americanos, Luis Almagro.
«La dictadura usurpadora hizo lo cobarde, hizo lo indecente este sábado. Reprimió al pueblo venezolano y bloqueó parcialmente, por ahora, el ingreso de la ayuda humanitaria que pretende ayudar con problemas de alimentación y salud básica», declaró Almagro.
Diego Arria, ex embajador de Venezuela ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), resumió muy bien la jornada.
«Quedó demostrado que el ingreso de la ayuda humanitaria tendrá que ser a la fuerza».