Migrantes conversan el 9 de febrero de 2021, en una Estación de Recepción de Migrantes (ERM) en Lajas Blancas, provincia del Darién (Panamá). EFE/ Bienvenido Velasco/Archivo

NOTA DE PRENSA

Un informe lanzado hoy por la Organización Panamericana de la Salud (OPS) documenta los principales desafíos que enfrentan los migrantes en la región del Darién y hace un llamado a los países de las Américas a trabajar juntos para fortalecer la vigilancia de enfermedades y mejorar las políticas y programas para garantizar la salud de los migrantes.

El nuevo informe, Retos en el acceso a la salud de los migrantes en tránsito en la región del Darién, muestra que los migrantes enfrentan importantes desafíos de salud mientras transitan por el vasto territorio selvático entre la frontera de Colombia y Panamá, como la falta de acceso a atención médica de emergencia, condiciones ambientales adversas, mayor riesgo de violencia y explotación, y exposición a enfermedades infecciosas.

“En las Américas, millones de migrantes siguen sufriendo de manera desproporcionada los efectos negativos de la falta de acceso a la atención en salud, en particular en el peligroso cruce del Darién”, afirmó el doctor Jarbas Barbosa, Director de la OPS. “Es crucial que los países, socios y donantes se unan para abordar las numerosas variantes que dificultan el acceso oportuno a la atención de las poblaciones migrantes”, agregó.

En los últimos dos años, la migración en la región del Darién ha seguido aumentando, ya que las poblaciones atraviesan las fronteras desde el sur hacia el centro y, en última instancia, hacia Norteamérica. Esto no sólo se debe a la inestabilidad política y económica en América Latina y el Caribe, exacerbada por la pandemia de COVID-19, sino también al impacto de los conflictos y las dificultades en otras partes del mundo.

En los primeros tres meses de 2024, más de 135.000 personas transitaron por esta zona, principalmente desde Colombia, Ecuador, Haití, Perú y Venezuela, pero también desde Afganistán, Angola, Bangladesh, China e India, entre otros países.

Si bien los migrantes son especialmente vulnerables a los problemas de salud, provocados por la falta de acceso a la atención preventiva y a medicamentos para enfermedades preexistentes, la dureza del terreno de la región del Darién también los deja expuestos a condiciones climáticas extremas, animales salvajes, violencia y explotación.

El informe muestra que los niveles de vulnerabilidad de las poblaciones en tránsito también han aumentado en los últimos años debido al incremento del número de migrantes con discapacidades, mujeres que viajan solas, mujeres embarazadas y mujeres con niños menores de un año, además del número de niños y adolescentes no acompañados.

La falta de atención médica a lo largo de la ruta significa que los migrantes a menudo se quedan sin recibir cuidados prenatales que pueden salvar vidas, así como tratamiento para condiciones crónicas como la diabetes, la hipertensión y el VIH. La falta de servicios especializados, incluyendo los de salud sexual y reproductiva, y la atención para condiciones de salud mental, también agravan la mala salud de los migrantes.

La falta de acceso a servicios de salud, saneamiento, higiene básica y agua potable segura, junto con el consumo de alimentos de puestos callejeros de comida no segura y deficientes en micronutrientes, además de pasar noches durmiendo a la intemperie, han incrementado la aparición de lesiones cutáneas, infecciones respiratorias y enfermedades transmitidas por los alimentos en menores de 5 años, siendo esta la principal causa de muerte en este grupo de edad en ambos países.

Para ayudar a resolver estos problemas, el informe propone seis recomendaciones:

  • Fortalecer la coordinación y las alianzas entre países para garantizar una respuesta más alineada y oportuna a las situaciones de salud.
  • Mejorar el acceso a los servicios de salud para los migrantes en tránsito, así como para las poblaciones de acogida.
  • Fortalecer la vigilancia sanitaria y la gestión de la información de acuerdo con el Reglamento Sanitario Internacional (RSI).
  • Reforzar las capacidades institucionales y comunitarias para responder a enfermedades y muertes evitables.
  • Apoyar a los países en el desarrollo y fortalecimiento de políticas, programas y marcos para abordar la salud de los migrantes.
  • Contribuir a la creación de planes para promover la preparación, respuesta y recuperación en el contexto de una crisis de salud migratoria.

La OPS continúa trabajando con los países de las Américas para apoyar el desarrollo de planes de respuesta a la migración con el fin de mejorar el acceso a la salud tanto para las poblaciones migrantes como para las locales, así como para mejorar la vigilancia sanitaria y fortalecer las alianzas y redes.

La Organización también está trabajando con los países receptores para implementar campañas de promoción de la salud en temas relacionados con la prevención del dengue, la salud sexual y reproductiva y otros temas de salud, así como en el desarrollo de campañas para combatir la xenofobia, el estigma y la discriminación.