-El panel contó, además, con la presencia de las profesoras del IESA Nunzia Auletta y Patricia Monteferrante
Como parte de la celebración de sus 10 años en Panamá, IESA Escuela de Gerencia, realizó un interesante conversatorio llamado Familias empresarias y emprendimiento intergeneracional: La ruta hacia la trascendencia.
Al evento, que se realizó el martes 20 de noviembre en el Hotel Sheraton, fueron invitados los líderes de la familia Motta, Stanley y su hijo Carlos Alberto, Gaby Aued y Miguel Aued, y Diego y Alberto Vallarino.
Gustavo Rossen, presidente del IESA, también dijo presente y destacó lo importante que ha sido la llegada de esta escuela a Panamá. “Han sido posibles estos años gracias al apoyo de las familias Motta, Vallarino, entre otras. Hemos formado más de dos mil personas y hemos egresado de maestrías más de 160 personas”, celebró el directivo.
Rossen destacó que el IESA ha actualizado su página web (www.iesa.edu.pa) para ofrecer programas a distancia que pueden ser tomados por clientes individuales y particulares, y no solamente corporativos como ha sido el enfoque hasta ahora.
Familias empresarias
El conversatorio estuvo dirigido por Nunzia Auletta, profesora titular del Centro de Mercadeo y del Centro de Emprendedores del IESA y Patricia Monteferrante, profesora del Centro de Emprendedores y del Centro de Gerencia y Liderazgo del IESA.
“Lo más importante es querer permanecer a la empresa familiar. No es entrar porque será más fácil y tendré prestigio, es tener un poco de miedo y saber que se está aceptando una responsabilidad dentro de la familia”, dijo Stanley Motta.
“Siempre pensé que estaba listo. Me gusta la relación que puede existir entre el negocio y la familia, lo que hay es que integrarse y entender lo que uno hace y porqué. Así como lo vi yo, se lo estoy enseñando a mis hijos”, agregó Carlos Alberto Motta.
Gaby Aued, junto a su papá Miguel Aued, destacaron que es muy importante dentro de las empresas familiares el tema educación y preparación, ya que los nombramientos sin méritos, terminan siendo más negativos que positivos.
“En mi caso me preparé a conciencia porque sabía que tenía una gran responsabilidad por delante. Conté siempre con el apoyo de mi padre que no dudó en darme la confianza, incluso en situaciones bastante cuesta arriba”.
Alberto y Diego Vallarino comentaron que si bien no son nada parecidos a la hora de tomar decisiones y en la relación con colaboradores, todo depende de una balanza.
“Se trata de defender con bases las posiciones de cada uno. Mi papá tiene su manera y yo la mía, siempre con el objetivo de avanzar por el bien común”.
Nunzia Auletta concluyó que durante el conversatorio quedó muy claro el cómo se puede conjugar y equilibrar al mismo tiempo la innovación, la cohesión familiar, la visión de negocio y la toma de decisiones compartidas entre diferentes miembros de diferentes generaciones de la misma familia.