-Una colorida y emotiva procesión marcó el inicio de la eucaristía, que congregó a más de 300 integrantes de la comunidad venezolana en Panamá
Una vez más la iglesia Santa Marta abrió sus puertas para congregar a la mayor celebración religiosa de los venezolanos en el Istmo, a las once de la mañana comenzó el rosario y posteriormente entre flores rosadas, pañuelos al aire, un desfile de niños con trajes típicos panameños y venezolanos entró cargada la réplica del retablo que hace 309 años apareció en la ciudad de Maracaibo, Venezuela.
La joven Sabrina Murillo, ícono de la fe y la esperanza luego de sobreponerse a la fatalidad, también formó parte de la misa y muy entusiasmada recibió el cariño de la comunidad que tanto ha pedido por su total recuperación.
Los padres William Rodríguez y Alfredo Uzcategui oficiaron la eucaristía y rogaron por la pronta superación de la crisis en Venezuela. La familia Saipe Chacín fue la organizadora de la misa número once en Panamá, en acción de gracias por la milagrosa curación recibida.
El amigo de la comunidad, el ex embajador de Panamá ante la OEA, Guillermo “Willy” Cochez también estuvo en la misa y de nuevo manifestó su total apoyo a la causa venezolana.
Las agrupaciones Venezuela Encanto y Fusion 2 pusieron la nota musical en la eucaristía con parrandas y gaitas que invitan a mantener frescas nuestras raíces. Los hermanos violinistas José Alfonso y Gustavo Adolfo Gil Guanipa entonaron en el altar el Himno de Venezuela, un momento cumbre en la celebración.