Desde dos destructores de la Marina, las Fuerzas armadas de Estados Unidos, lanzaron un ataque aéreo con misiles contra una base aérea de Siria, desde donde se presume se realizó el ataque con armas químicas que había dejado previamente más de 80 muertos.
De acuerdo con Univision, EEUU habría lanzado cerca de 60 misiles Tomahawk, convirtiéndose así en el primer ataque estadounidense contra fuerzas militares del presidente sirio, Bashar al-Asad, debido que la nación norteamericana había luchado indirectamente contra el régimen sirio, apoyando a los rebeldes con entregas de armas.
Los servicios de inteligencia estadounidenses determinaron que los aviones que lanzaron el ataque químico contra la localidad de Jan Sheijun habían despegado desde la base siria de al-Shayrat, en la provincia de Homs, razón por la que fue atacada aproximadamente a las 5:00 am del viernes por misiles lanzados desde los buques estadounidenses USS Porter y USS Ross, con base en Rota.
“Decenas de tomahawks se lanzaron a un aeródromo sirio”, explicó un funcionario militar estadounidense a El País.
En una breve declaración a la prensa desde Florida, el presidente estadounidense, Donald Trump, aseguró que el bombardeo responde al “interés vital de seguridad nacional” de EE UU. Los misiles golpearon aviones, instalaciones áreas y de suministro de gasolina, según medios estadounidenses.
Los misiles habrían dejado “siete muertos, nuevo heridos e importantes daños materiales”, así lo reseñó El Mundo, luego de hacerse eco, de un comunicado aportado por las fuerzas armadas sirias.
Este hecho se produce, poco después de que el presidente estadounidense Donald Trump anunció que estaba reevaluando su postura sobre Siria tras el ataque con un arma química que dejó este martes más de 80 muertos, incluyendo decenas de niños, ha sido calificado además como el ataque químico más mortífero en el convulsionado país desde 2013.