El gobierno estadounidense exigirá a los extranjeros adultos estar vacunados contra el COVID-19 para ingresar al país, en un cambio de política que implica el levantamiento de las restricciones de entrada para viajeros que procedan del Reino Unido, la Unión Europea, Brasil y otros países afectados por la medida impuesta por el COVID-19.
La Casa Blanca confirmó este lunes el cambio de políticas sanitarias para poner fin a la medida que está en vigor desde antes que comience el gobierno de Joe Biden, pero entrará en vigor a inicios de noviembre, para dar tiempo a las aerolíneas y empresas de viaje a prepararse para aplicar los nuevos protocolos.
En la actualidad, Estados Unidos prohíbe a la mayoría de los ciudadanos no estadounidenses que en los últimos 14 días hayan estado en el Reino Unido, los 26 países Schengen de Europa sin controles fronterizos, Irlanda, China, India, Sudáfrica, Irán y Brasil. Y permite que el resto de viajeros habilitados ingresen sin un certificado de vacunación.
Los pasajeros totalmente vacunados podrán viajar una vez que se levante la prohibición dentro de unas semanas, y también se permitirá la entrada de personas que participen en ensayos clínicos de fórmulas aún no aprobadas en EEUU. No osbatante, deberán presentar una prueba de PCR negativa hecha 72 horas previas al viaje, sin necesidad de realizar una cuarentena al llegar.
Por su parte, los ciudadanos estadounidenses no vacunados que viajen al exterior también deberán someterse a una prueba un día antes y un día después de regresar al país.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades también exigirán a las aerolíneas que recojan la información de contacto de los viajeros internacionales para facilitar el rastreo de los contactos, dijo Zients.
Por el momento, se desconoce si el requisto aplicará para cualquier vacuna aprobada por los países de origen o solo para fórmulas que autorice Washington. La definición estará en manos de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC).
El coordinador de la respuesta al coronavirus de la Casa Blanca, Jeff Zients, dijo la semana pasada a la Junta Consultiva de Viajes y Turismo de EEUU que la administración no tenía previsto relajar inmediatamente ninguna restricción de viaje, debido a los casos de la variante Delta, pero que sí se analizaba la determinación de requisitos de entrada para visitantes extranjeros vacunados.
“Esto se basa en los individuos en lugar de un enfoque basado en el país, por lo que es un sistema más fuerte”, dijo este lunes Zients.
Algunos funcionarios del sector turístico temían que el gobierno de Biden no levante las restricciones a los viajes durante meses o potencialmente hasta 2022. El premier británico, Boris Johnson, tenía en su agenda pedirle al presidente que permita la entrada de viajeros británicos, en el marco de la reunión que sostendrán en EEUU.
Las restricciones de viaje, que estaban en pie desde marzo de 2020, habían sido muy criticadas por los socios europeos, donde el porcentaje de vacunación es mayor que el existente en EEUU.
La curva de casos en Estados Unidos ha permanecido en una meseta en los últimos días, con un promedio de casi 150 mil contagios por jornada, aunque la cantidad de muertes se mantiene en alza, superando las 2.000 por día.
Biden ha elevado la presión sobre los no vacunados y la medida sobre los pasajeros podría enfatizar la importancia de la inmunización. También, está buscando que los líderes de las potencias se comprometan a donar vacunas a la iniciativa mundial COVAX.