La caída del Cabello provoca miles de preocupaciones a personas de cualquier edad, sexo o religión. Y más aún en estos tiempos. Mucho se ha hablado de la caída del Cabello y que solo la para… el piso.
Me imagino que ya todos saben a qué Cabello me refiero. Los hay lisos, ondulados y otros que están literalmente “con los pelos de punta”. Y no es para menos.
Lo que uno se pregunta es hasta dónde puede llegar la codicia para meterse en tremendo berenjenal. Es como cuando un caballero, teniendo una hermosa mujer, se mete en tremendo rollo con otra… solo por el hecho de tener más y más… No sé si me explico.
Para nadie es un secreto que el mantenimiento del Cabello nos cuesta una fortuna… ¡A todos! Y se sabe que este al que nos referimos tiene una vida que ni con Pantene… La revolución no le ha pasado por arriba. Al contrario, se dice que tiene más fuerza que un bigote. Pero como hasta al mejor cocinero se le va un “pelo en la sopa”, aquí tenemos que la cosa se le está poniendo peluda.
¿Quién les iba a decir a estos demonios que el éxodo de nosotros los venezolanos a distintas partes del globo terráqueo, iba a ser una desgracia para ellos? Recuerdo perfectamente cuando estos tipos decían: “Al que no le guste, que se vaya”. Pues sí; muchos hemos emigrado por diferentes razones. Pero por las razones que fueran, todas estas tienen que ver con este desastre que arropó a nuestro país. Y de ahí ha salido el ya famoso “escrache”. Confieso que no conocía la palabra. Muchos critican ese movimiento, pero también confieso que es muy jodido por ejemplo, encontrarse con el mondongo andante de Escarra comprándose un Mercedes Benz en Miami, y no mentarle la madre, como mínimo.
¿De qué le vale a una gente tener tanto billete, si no tiene donde disfrutarlo? No me van a decir ustedes que no es sabroso, salir por ahí a un día de playa con la familia… Y si se tiene mucho billete pues a una playa privada, donde nadie lo moleste. Es razonable. O irse de viaje –de acuerdo al billete que se tenga- por Aruba o por Europa, o por donde le dé la gana a la persona…
Pero, ¡ay! ¡cuidado! Nombré la palabra mágica: via-je… ¿Viaje? ¿Para dónde? No pueden ir a ninguna parte. Imagínese usted; Si a uno le fastidia no poder salir por falta de real; ¡cómo será no poder salir teniendo ese billetaje!
Y es que hasta en la vida cotidiana, el tener que estar viendo pa’ los lados no debe ser muy cómodo, ni muy sano que se diga… Sobre todo porque los delitos cometidos no prescriben sino “cuando la rana eche pelos”.
Por allí se comenta que en la “Mansión Vivienda” en donde viven estos “señores” están prohibidas ciertas frases que son comunes en cualquier casa de familia, tales como:
-Señor… Lo buscan! O…
-Señor… Por aquí lo solicitan…
Y ahora, después de las toneladas de videos que ruedan por el mundo entero, yo me digo a mí misma: Mí-misma ¿quiénes están ya presos? ¿Los que ellos se llevan presos? ¿O ellos mismos que cada día están más cercados?
Definitivamente, la tranquilidad y la paz no es algo que en estos momentos nuestro país disfrute, pero estos personajes mucho menos. Esperaremos y veremos… Porque… ese Cabello no se salva ni con Keratina…
Cariños y hasta la próxima…