A pesar de la situación de Venezuela, un país sumergido en una grave crisis social, económica y política, cada vez está más cerca el inicio de una nueva temporada del béisbol profesional venezolano. El 10 de octubre, como se anunció en rueda de prensa, se dará la voz de play ball.
Durante las protestas en contra del gobierno de Nicolás Maduro, que duraron más de 100 días, se observaba en redes sociales un claro rechazo por la disputa de una nueva campaña de la Liga Venezolana de Béisbol Profesional. Muchos opinaban que no era el momento, que no era prioridad o simplemente que era mejor invertir ese dinero en alimentos y medicinas para el pueblo.
Las “calles se enfriaron” y las opiniones parecen haber cambiado. He leído cosas como, “después de tanta lucha, es bueno algo de pasatiempo y qué mejor que el béisbol”. Interesante y se respeta la opinión, aunque no se comparta del todo.
Con dólares sí se puede
Ya la liga, a través de su presidente Juan José Ávila, ha asegurado que el campeonato va. Contra viento y marea, pero va. Ávila tenía algunas dudas sobre el desenlace final hasta que el gobierno resolvió aprobar casi 10 millones de dólares preferenciales para que los ocho equipos cubrieran sus gastos operativos.
Habrá más de uno que se preguntará, ¿por qué ese dinero no es invertido en otra cosa? ¿Por qué si el pueblo está pasando hambre estamos hablando de béisbol? Y sinceramente están en todo el derecho de hacerlo y con mucha razón.
Del otro bando, el que quiere béisbol, dirá, “no podemos parar el país, al contrario hay que salir adelante”. Un distribuidor de cervezas que trabaja en el estadio Luis Aparicio de Maracaibo me decía en días pasados, “hermano, si suspenden la temporada voy a pasar hambre. Si hay unos meses buenos son estos y al igual que yo, de esto se benefician otros 12 empleados que tengo y así cada distribuidor”.
Esto es verdad. El campeonato no es solo dos equipos enfrentándose en un terreno, va más allá. Implica sueldos de peloteros y por ende sustento de sus familias, trabajadores alrededor del espectáculo, directos e indirectos.
¡Al terreno!
Independientemente de la realidad y lo que piensa cada bando, Leones del Caracas y Navegantes del Magallanes fueron los primeros en equipos en saltar al terreno para comenzar sus entrenamientos. Ambos lo hicieron con un “mini camp” en sus respectivas sedes el lunes 18 de septiembre.
Cuando escribía estas líneas, las Águilas del Zulia, vigentes campeones, anunciaban el inicio de sus prácticas para el lunes 25 de septiembre, de una vez en el estadio Luis Aparicio de la capital zuliana.
Habrá béisbol, señores.