Al menos 33 personas fueron halladas muertas en una cárcel del estado brasileño de Roraima, en el norte del país, cuatro días después de que 56 reos fueran asesinados en una prisión de Manaos, informaron hoy fuentes oficiales.
La matanza ocurrió la madrugada del viernes en la Penitenciaria Agrícola de Monte Cristo (Pamc), en Boa Vista, capital de Roraima, según un comunicado de la Secretaría de Justicia y Ciudadanía (Sejuc) del estado, que por el momento no detalló los motivos de las muertes.
La Secretaría resaltó que la situación está «bajo control» y que el Batallón de Operaciones Especiales (Bope) y agentes de la Policía Militar se encuentran en el interior del presidio.
Las autoridades trabajan con la hipótesis de que la matanza haya sido ordenada por la facción Primer Comando de la Capital (PCC), con base en Sao Paulo, después de que algunos de sus miembros fueran asesinados en la rebelión de la prisión de Manaos por orden de una banda rival.
Al igual que en la matanza de Manaos, algunos reos de la cárcel de Boa Vista decapitaron y descuartizaron a otros presos, y posteriormente amontonaron los cuerpos en pasillos de la cárcel.
Se trata de la tercera mayor matanza carcelaria de la historia de Brasil, por detrás de la que se registró en 1992 en Sao Paulo -donde murieron 111 presos- y la que tuvo lugar en Manaos entre el 1 y 2 de enero.
El complejo penitenciario Anísio Jobim de Manaos, capital del estado de Amazonas, fue el escenario de una masacre en la que fallecieron 56 personas por un supuesto enfrentamiento entre el PCC y la facción Familia do Norte (FDN), aliada del Comando Vermelho (CV), organización criminal esta última con gran poder en Río de Janeiro.
En otra prisión de Manaos se registraron a comienzos de este año otras cuatro víctimas, lo que elevó la cifra total en el estado de Amazonas a 60 muertos, mientras que en una cárcel del estado de Paraíba hubo otros dos muertos esta semana.
Las víctimas en cárceles durante los primeros seis días de enero (95) representan cerca del 25 % de las registradas durante todo 2016 (unas 370).
Los datos reflejan la crisis que vive el sistema carcelario, con problemas de superpoblación en las prisiones, pésimas condiciones y continuos enfrentamientos entre organizaciones criminales rivales.
El Gobierno salió este jueves al paso para contener la crítica situación de los presidios y anunció un Plan Nacional de Seguridad Pública, que prevé, entre otros aspectos, una modernización de las cárceles del país.