El papa Francisco pidió este lunes en el Vaticano, en su primera misa del año en la basílica de San Pedro, que se garantice la «paz» de los inmigrantes y refugiados y apeló para ello a las instituciones civiles, educativas, asistenciales y religiosas.
El pontífice dedicó la homilía de ese acto religioso a destacar el papel de la Virgen María en la misa dedicada a ella en un día en el que la Iglesia católica celebra la 51 Jornada Mundial de la Paz, que se fija en esta ocasión en la situación de inmigrantes y refugiados.
El papa pidió que se garantice a refugiados e inmigrantes un «futuro de paz» y recordó a los que «están dispuestos a arriesgar la vida en un viaje que en gran parte de los casos es largo y peligroso».
«No apaguemos la esperanza en su corazón; no sofoquemos sus esperanzas de paz. Es importante que de parte de todos, instituciones civiles, realidades educativas, asistenciales y eclesiales, haya un esfuerzo por garantizar a los refugiados, a los inmigrantes, a todos, un futuro de paz», dijo el papa.
Asimismo, Francisco lamentó que «en muchos países de destino se ha difundido ampliamente una retórica que enfatiza los riesgos para la seguridad nacional o el coste de la acogida de los que llegan».
Para el papa, los inmigrantes «no llegan con las manos vacías» a los países que los reciben sino que «traen consigo la riqueza de su valentía, su capacidad, sus energías y sus aspiraciones, y por supuesto los tesoros de su propia cultura, enriqueciendo así la vida de las naciones que los acogen».
Con información de Infobae