La oposición venezolana, en su mayoría, apuesta por la abstención ante un cuestionado y criticado panorama electoral
Venezuela celebra nuevas elecciones presidenciales el 20 de mayo. La fecha está en el ojo del huracán internacional por múltiples razones, entre ellas la no aceptación de observadores internacionales de Estados Unidos y Europa porque Nicolás Maduro, candidato oficialista, piensa que “no son necesarios”, y además la supuesta interferencia con los resultados por parte del Consejo Nacional Electoral (CNE).
Países como Panamá, Costa Rica, Estados Unidos, España, Chile y Colombia, entre otros miembros del denominado Grupo de Lima, han dejado saber públicamente que cualquiera que sea el resultado, no será reconocido por sus gobiernos, dada las inestables condiciones presentadas.
En la cuestionada fiesta electoral no está permitida la participación de líderes opositores como Henrique Capriles Radonski, María Corina Machado y Leopoldo López, este último considerado preso político. Radonski y Machado están inhabilitados políticamente.
Ante este desalentador panorama, en el que gran parte de la oposición apuesta por una abstención general, Henri Falcón, ex gobernador del estado Lara, surge como la única opción enemiga al régimen. Falcón, ex militante del oficialismo en el mandato de Hugo Chávez, genera muchas interrogantes, incluso ha sido tachado de “salta talanquera” y “colaborador” del régimen de Maduro.
“Hay que pensar en varios escenarios posibles después de las elecciones”, opinó Carla Pousa, profesora asociada al programa de asuntos internacionales de la Florida State University, Panamá. “Uno es que Maduro, como se piensa, siga en el poder y eventualmente la situación seguirá empeorando a pasos agigantados, sobre todo el tema migratorio con una mayor salida de venezolanos y recrudecimiento, al menos de algunos países, de las sanciones internacionales”.
¿Acuerdo previo?
Pousa analizó otro escenario, impactante por demás: Henri Falcón, nuevo presidente de Venezuela. “Podría ser, claro. Vamos a llamarlo un milagro. Bajo este contexto podría iniciarse una transición y entre ellos mismos (gobierno y Falcón), acordar algún tipo de mecanismo de rendición de cuentas que básicamente eche para abajo los intentos de la asamblea de llevar a juicio a Maduro, entre otras sanciones”.
Sin embargo, Pousa va más allá. Sostuvo que será interesante y a la vez determinante, sea quien sea el ganador, saber qué harán después del 20 de mayo los países que dicen no apoyar las elecciones.
“Hay varias interrogantes: ¿Van a romper relaciones con Venezuela? Aquí entra el ejemplo de Panamá, que ya había roto relaciones con la nación suramericana y se ha retrotraído para normalizar las diplomacias. Entonces si el gobierno panameño no reconoce las elecciones, ¿una vez que pasen volverá a retirar a su embajador? Hay una gran expectativa al respecto”, detalló la catedrática.
Pousa agregó que si estos países no se ponen de acuerdo sobre acciones en contra del régimen de Maduro, esto con el tiempo podría legitimar el resultado de las elecciones. “Por eso reitero, si ya estás diciendo que no las reconoces (elecciones 20 de mayo), por considerar ilegítimas, entonces no puedes tener ningún tipo de trato con el gobierno que salga electo”.
Opción internacional
Otro escenario planteado por la profesora de FSU, es un gobierno en el exilio, uno que pudieran comenzar a reconocer los países que estén en contra del régimen venezolano.
“Esa pudiera ser otra opción para un desenlace, aunque los antecedentes, al menos con el Tribunal Supremo de Justicia en el exilio, no son buenos. Pasa por un tema de reconocimiento, además que pudiera traer consigo manifestaciones en contra en el país que se instale. En Panamá pudiera coincidir, por ejemplo, con el tema de Suntracs y ajustes de salarios”.
Por otro lado, se presenta el tema “fraccionamiento de las Fuerzas Armadas de Venezuela. Pousa explicó, que en teoría, es uno de los desenlaces más probables, pese a que no se conoce mucho al respecto.
“Se han dicho muchas cosas, habrá que comprobar si son verdad o mentira, pero lo cierto es que hechos como el de Óscar Pérez y Miguel Rodríguez Torres, son una muestra de fraccionamiento, muy a pesar de la presencia e influencia cubana y todas las purgas que se hacen de manera continua”.
Quien sea que gane las elecciones, deberá enfrentarse a la demolida economía venezolana y la falta de artículos de primera necesidad. Maduro espera ganar para comenzar a actuar, mientras que Falcón promete utilizar el dólar como moneda para reactivar el aparato económico.