El Senado de Estados Unidos aprobó en la medianoche del martes reformar el sistema tributario de Estados Unidos y dejó al presidente Donald Trump a solo una votación de trámite más de alcanzar la más grande victoria legislativa en lo que lleva de su presidencia.
Todos los 51 senadores republicanos presentes votaron a favor de la Ley de Recorte de Impuestos y Trabajo, mientras que todos los 48 demócratas votaron en contra.
“Quedamos al borde de la mayor reforma de nuestro sistema tributario en más de 30 años”, dijo el presidente de la Comisión de Presupuesto, Mike Enzi, un republicano de Wyoming. “Este es un momento histórico”.
Del otro lado del espectro, el senador demócrata de mayor alto rango en la comisión de Finanzas, Ron Wyden, de Oregon, indicó que la votación marca el día “en que el Partido Republicano da la espalda a la clase media de Estados Unidos” y vaticinó que “esta votación no será olvidada’.
Las encuestas indican que la norma es muy impopular —un sondeo de CNN halló que el 55% de los estadounidenses la consideran como un regalo para familias acomodadas, como Trump y su familia, con beneficios menores como mucho para la clase media—, pero sus defensores insisten en que la gente aprenderá a amarla cuando vean sus sueldos el año próximo.
Los republicanos han reiterado que la norma fomentará el crecimiento económico cuando las corporaciones, al tener más efectivo, suban salarios y contraten a más trabajadores. Pero admiten que tienen trabajo que hacer para convencer a los estadounidenses de a pie.
«No nos maten»
La votación del martes fue a ratos caótica. Hubo interrupciones de manifestantes que corearon “maten la ley, no nos maten a nosotros” y el vicepresidente, Mike Pence, tuvo que llamar varias veces al orden. Republicanos como el secretario del Tesoro, Steve Mnuchin, vitorearon tras la votación.
El líder de la mayoría en el Senado, Mitch McConnell, republicano por Kentucky, insistió en que los estadounidenses responderán bien a la norma fiscal.
“Si no podemos venderle esto al pueblo estadounidense, deberíamos dedicarnos a otra cosa”, dijo. Trump celebró la votación en un tuit y prometió una rueda de prensa el miércoles en la Casa Blanca después de que la Cámara de Representantes complete una iniciativa legislativa sobre el tema.
La votación de madrugada llegó horas después de que el Partido Republicano lograra aprobar la reforma en la cámara baja por 227-203. Peor no fue la última palabra en el Congreso debido a un imprevisto de última hora.
Tres cláusulas de la propuesta de ley, incluido su título, violaban las normas del Senado, de modo que los senadores tuvieron que votar para eliminarlas. Así, la enorme ley se devolvió a la Cámara de Representantes para que la vote otra vez el miércoles, y los republicanos tendrán una nueva oportunidad de celebrarlo.
El presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Paul Ryan, que ha trabajado durante años para reformar el sistema tributario del país, había anunciado con alegría la aprobación del texto en la cámara. Los representantes aplaudieron al aprobar un paquete de 1,5 billones de dólares que afectará a todos los contribuyentes de Estados Unidos y todos los aspectos de la economía, proporcionando grandes rebajas fiscales para empresas y personas acomodadas y ayudas más modestas para familias de bajos y medios ingresos.
Pese al discurso republicano sobre la disciplina de gasto, el texto aumentará aún más la enorme deuda nacional.
“Esto fue una promesa que se hizo. Esto es una promesa cumplida”, dijeron Ryan y otros representantes en una rueda de prensa.
“Esto es algo serio. Creemos que están destrozando Estados Unidos”, afirmó el senador por Nueva York Chuck Schumer a los republicanos, reprochándoles que no escucharan sus comentarios.