El gobierno de Venezuela piensa enviar ayuda humanitaria a Haití. Realmente el planeta entero debería enviar ayuda humanitaria a Haití aunque ninguna inclemencia natural la devaste. La historia de Haití es su propia inclemencia.
Los países deben ser solidarios unos con otros. La cooperación internacional es un valor. La ayuda humanitaria está destinada a aquellos países que sufren dificultades que escapan de lo que normalmente esperable. Una crisis humanitaria es una situación de emergencia en la que se prevén necesidades masivas de ayuda en un grado superior al habitual. Las causas que determinan la necesidad de ayuda humanitaria pueden derivar de crisis ambientales previsibles (sequías, plagas, malas cosechas), crisis ambientales imprevisibles (terremotos huracanes) y crisis políticas (guerras, dictaduras, guerras civiles).
Hay una serie de requisitos para considerar cuando un país pasa por una crisis humanitaria. Yo no sé si nosotros cumplimos todos los requisitos, pero estos son algunos de los titulares de lo que acontece en Venezuela en los últimos tiempos:
Los ex ministros José Félix Oletta, Carlos Walter, Pablo Pulido y Rafael Orihuela denunciaron que el acumulado de muertes hasta esa fecha es de 4 mil 74 infantes, con ascenso de 18,50% respecto al período homólogo del año 2015 (3 mil 438). “En promedio se han registrado 194 muertes semanales y 28 diarias, presentándose una tendencia ascendente”, precisa el documento.
Venezuela es el segundo país más violento del mundo.
FMI: Venezuela tiene y mantendrá en 2017 la peor economía de América Latina. Destaca una contracción del 10% del PIB para el 2016 y del 4,5% para el 2017.
Se prevé que para este año la inflación seguirá desbocada: un 475,8%, cifra que queda empequeñecida con el 1660% previsto para 2017. La tasa de desempleo también aumentará, del 18,1% actual al 21,4% en 2017.
Abastecerán Caracas con alimentos importados; alertan que en lugar de res venden carne de caballo; protestan en Carayaca y Valera por falta de comida; vecinos de San Martín y del sector Ramo Verde exigieron los CLAP.
Se necesitan dos días de sueldo para comprar un perro caliente.
Denuncian un año sin operar en quirófanos del Hospital de Barinas.
Una treintena de países pide a la ONU protección de la seguridad alimentaria y de salud de los venezolanos.
Las noticias registran que el huracán Matthew deja un rastro de devastación detrás de sí. A nosotros -afortunadamente- las calamidades naturales que representan los huracanes no nos amenazan, como a nuestros hermanos del Caribe. Nuestras calamidades son de otra índole: las producimos nosotros con nuestra “abulia y barbarie”, para usar las palabras con las que Mariano Picón Salas se refiere a nuestras actitudes predominantes como pueblo. No deja de ser curioso que cuando los partidarios del proceso político que ha vivido Venezuela en los últimos 18 años se refieran a él lo hagan llamándolo “huracán revolucionario” o que incluso añadan el sustantivo “huracán” al líder del proceso.
Si yo fuese huracán y quisiese pasar desapercibido, señalaría los efectos devastadores de mis congéneres para tapar los míos y me compadecería de las víctimas causadas por otras calamidades distintas a la mía, para pasar desapercibido y despistar.
Yo no sé si lo que vive Venezuela en estos tiempos turbulentos es lo que la terminología de la ONU denomina “crisis humanitaria”, pero si no es, se parece igualito.