Representantes de Nicolás Maduro y la oposición comenzarán este viernes una segunda fase de diálogo, que se prolongará hasta el próximo lunes, tras la decisión adoptada por la mayoría del bloque antichavista de acudir a las urnas por primera vez desde 2018.
La primera ronda terminó el pasado 16 de agosto en México, sede de la negociación, con un avance incierto en el que las delegaciones firmaron un memorando de entendimiento que fue cuestionado por algunos sectores de oposición.
Desde entonces, el exdiputado opositor venezolano Freddy Guevara, político muy cercano a Juan Guaidó que fue interlocutor entre las partes, ha sido liberado tras un mes en prisión acusado de estar supuestamente involucrado con grupos paramilitares.
Tras ser puesto en libertad, el presidente Nicolás Maduro dijo que sería «bienvenido» a la delegación opositora, si es que los antichavistas decidieran que se uniera al grupo negociador.
También el canciller peruano, Óscar Maúrtua, ha expresado la disposición de su país de acompañar el diálogo político.
«Desde aquí ofrecemos el apoyo del Perú para lograr que ese proceso fructifique, incluyendo, eventualmente, ser la sede alterna de las negociaciones», dijo Maúrtua, según una nota de prensa de la Cancillería peruana.
El ofrecimiento fue saludado por el ministro de Relaciones Exteriores venezolano, Félix Plasencia, y agradeció una «postura que abre una nueva etapa de acercamiento entre países hermanos».
La tensión entre las partes quedó parcialmente aliviada el pasado martes, cuando Guevara, sin aclarar si hablaba en nombre propio o en de la oposición, apostó por la «convivencia» con el oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), fundado por el fallecido presidente Hugo Chávez, y por encontrar vías de solución a la crisis a través del diálogo.
«Pensar que en una negociación vamos a conseguir la renuncia de Maduro y un sistema ya mañana (…) es falso. Vamos a tener que hacer concesiones y sacrificios», sostuvo.
Como parte de ese proceso de cambio, mostró su «convicción» de que se debe impulsar una solución que incluya el diálogo.
«No están planteadas salidas de fuerza y tenemos que conseguir algo que vaya mucho mas allá de, tal vez, la pretensión que durante mucho tiempo muchos de nosotros tuvimos, y era un proceso de quiebre político o militar que sustituyera de plano a lo que era la cúpula del régimen», concluyó.
Horas después, el grueso opositor, incluido el sector que lidera Juan Guaidó, anunció que se presentará a las elecciones regionales y locales del próximo 21 de noviembre, después de negarse a participar en las legislativas del pasado diciembre por considerarlas un «fraude».
«Anunciamos a la comunidad nacional e internacional nuestra participación en el proceso de regionales y municipales del 21 de noviembre de 2021, con la tarjeta de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD)», explicaron en una comparecencia ante la prensa.
Ese mismo día, Maduro, aseguró que es «digno de aplaudir» que tomaran esa decisión.
«Yo pido un aplauso para el G-4 (grupo de los cuatro mayores partidos de la oposición) y para su anuncio, pido un aplauso porque es digno de aplaudir el gesto político de participar en las elecciones», dijo Maduro en un acto del oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) transmitido por el canal estatal VTV.