Michael Porter Jr. (i) de los Nuggets de Denver en acción frente a Danilo Gallinari (d) de los Thunder de Oklahoma City, en el ESPN Wide World of Sports Complex en Kissimmee, Florida (EE.UU.), hoy 3 de agosto de 2020. EFE/Erik S. Lesser

EFE.

Del duro mazazo que recibió el deporte en marzo a consecuencia del avance en América del nuevo coronavirus la ‘nueva normalidad’ pareció imponerse en julio con la tímida vuelta del fútbol a México y Paraguay, y ‘mini temporadas’ para reactivar el béisbol, el baloncesto y la NHL.

Pero no todas fueron buenas noticias para los organizadores de las Ligas más populares, rentables y mediáticas ya que, al menos en Estados Unidos casi un centenar de deportistas optaron por renunciar a la temporada por haber contraído la COVID-19, temer contagiarse en la alta competición o llegar a poner en riesgo a sus familias.

¿El sueño americano que puede terminar mal?

La MLB se perfilaba en el séptimo mes del año como la Liga que devolvería la confianza a Estados Unidos al ser la primera en la vuelta a la acción.

Paradójico pues en junio el béisbol parecía condenado definitivamente al ostracismo en 2020 debido al abismo que separaba a los organizadores con el sindicato de jugadores por el sustancial reajuste planteado por los primeros a los contratos ante las pérdidas que ya acumula el espectáculo.

El humo blanco llegó con la reanudación de los entrenamientos el 1 de julio, la estructuración de una temporada regular de 60 juegos más ‘playoffs’ y la designación del 24 de julio como inicio.

Pero a cuatro días de la fecha esperada, los planes parecieron condenados al fracaso al registrarse, al menos, 17 positivos de COVID-19 en las filas de los Marlins de Miami, una noticia que tiene en vilo a los Filis de Filadelfia, su rival de fin de semana en una serie de preparación y ha desatado una ola de juegos suspendidos.

Mientras llegan los últimos resultados clínicos a los equipos, crece el sector de especialistas e hinchas partidarios de suspender definitivamente el curso.

NBA O EL NUEVO MUNDO DE DISNEY

La NBA, que el 11 de marzo suspendió su campeonato debido a que un jugador no identificado de los Jazz de Utah dio positivo en un test de coronavirus, optó por concentrar la reanudación de la temporada 2019-2020 en una ‘Burbuja’, el campus Walt Disney World Resort, en Orlando.

Como Día D elegido fue el 30 de julio y la Liga calcula que las imágenes de los partidos y entrevistas de la campaña sin antecedentes llegarán en 47 idiomas a 215 países.

Una jugada maestra del delegado Adam Silver para impedir la cancelación definitiva del curso y evitar así que la NBA sufriera pérdidas de casi 2.000 millones de dólares en una competición que le genera alrededor de 8.000 millones anuales.

Cada uno de los 22 equipos involucrados jugarán 8 partidos hasta el 14 de agosto. Si fuera necesario un ‘play-in’ para determinar el octavo clasificado a la liguilla final en cualquiera de las conferencias, se definiría entre el 15 y el 16 de agosto.

La fase de clasificación reunirá a 89 jugadores de 34 países.