Desde este martes, Estados Unidos obligará a facturar aparatos electrónicos de mayor tamaño que un teléfono móvil a los pasajeros de vuelos sin escalas procedentes de ocho países de mayoría musulmana de Oriente Medio y África, una medida que no responde a ninguna amenaza o riesgo inminente de ataque terrorista.
Según publica EFE, el Gobierno comenzó a notificar esta madrugada a las nueve aerolíneas afectadas por esta nueva directriz de seguridad, todas ellas extranjeras.