VOZ DE AMÉRICA
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció este martes que su gobierno limitará el asilo a los migrantes irregulares que intenten entrar al país, una medida que cerrará la frontera sur con México cuando las cifras de llegadas «excedan la capacidad» de procesamiento en los puntos de entrada «como ocurre hoy».
«Estas acciones estarán vigentes cuando la frontera sur se vea abrumada y harán más fácil para los oficiales de inmigración expulsar rápidamente a las personas que no tienen base legal para permanecer en EEUU», indicó la Casa Blanca en un comunicado.
Las restricciones entrarán en vigor de inmediato y se activarán cuando el promedio semanal de encuentros en la frontera supere los 2.500 diarios y se detendrá cuando los arrestos caigan por debajo de 1.500 por día, dijo un alto funcionario de la Administración, que habló con la prensa bajo condición de anonimato.
Sólo se harán excepciones con los niños no acompañados, las personas que se enfrentan a graves amenazas médicas o de seguridad y las víctimas del tráfico de personas, especificó el funcionario.
Está previsto que el presidente Biden se dirija a los medios a las 2:00 pm, hora de Washington.
De acuerdo con el comunicado compartido con la prensa este martes, las nuevas disposiciones «no son permanentes» y se suspenderán cuando el número de cruces irregulares sea «lo suficientemente bajo» y permitan el procesamiento seguro y «eficaz» en los puertos de entrada.
Las directivas anunciadas por la Administración demócrata también incluyen una propuesta para garantizar la expulsión acelerada de migrantes que representan un riesgo para la seguridad, y un sistema para «resolver más rápidamente una parte de los casos de inmigración» de peticionarios de asilo.
Esto permitirá a la Justicia estadounidense establecer con rapidez a quienes no tienen base legal para permanecer en el país y ofrecer «protección a aquellos con reclamos válidos». Sin embargo, agregó la Casa Blanca en el texto, esta reforma del «abrumado sistema de inmigración sólo puede crearse y ser financiado por el Congreso», controlado por una escasa mayoría republicana.
El esperado anuncio llega en un momento en el que la inmigración se ha convertido en una de las principales preocupaciones de los votantes estadounidenses de cara a las elecciones presidenciales de noviembre próximo, en las que Biden aspira a la reelección.
El presidente busca frenar un repunte en las llegadas a la frontera sur, luego de que una mayoría de republicanos y varios demócratas rechazaron en el Congreso un proyecto de ley bipartidista de seguridad fronteriza, que suscitó el rechazo abierto del exmandatario y principal candidato presidencial republicano, Donald Trump.