Estados Unidos espera implementar un plan de crecimiento económico para Centroamérica a principios del próximo año, según dijo el lunes un funcionario de alto rango de la Casa Blanca.
El gobierno del presidente Donald Trump ha firmado en los últimos meses varios acuerdos migratorios con Honduras, El Salvador y Guatemala, con el objetivo de reducir la llegada de personas a la frontera sur de EE.UU.
Como una «segunda fase» después de la firma de los pactos, se proyecta llevar a cabo un programa que incentive la inversión del sector privado en la «infraestructura y el desarrollo» de la región, explicó el funcionario.
“Ya se alcanzó la primera fase, ahora se busca cómo se puede ayudar a esos países para que puedan actuar efectivamente y que sean países que prosperen”, dijo en una teleconferencia Mauricio Claver-Carone, asesor del presidente para Latinoamérica.
Sin embargo, dicha cooperación no está cerrada con todos los países. En Guatemala, el presidente electo Alejandro Giammattei —quien toma posesión en enero del 2020— dijo la semana pasada que está contemplando revocar el acuerdo con EE.UU. cuando tome el poder, según informó la agencia AFP.
«Mientras no estemos enterados de cómo va a ser (el plan migratorio), quién lo va a hacer, cuánto va costar, cuáles son los logros que se esperan obtener, cuál es el plan de implementación, nosotros seguimos en la misma posición de simple y sencillamente poder pensar en la revocatoria de ese convenio», dijo el político guatemalteco.
Giammattei asegura que el actual gobierno no ha compartido los detalles del acuerdo con él y que si no lo hace en la fase de transición seguirá «dudando» que el acuerdo migratorio «sea conveniente para los intereses del país».
En la teleconferencia con funcionarios de EE.UU. el lunes, Claver-Carone dijo que «toca esperar» a que entre el nuevo gobierno de Guatemala el próximo año y que EE.UU. va a trabajar con el equipo de Giammattei y del actual presidente, Jimmy Morales, «durante el momento de transición».
Los acuerdos, que han sido llamados de ‘tercer país seguro’, obligan a las personas que migren por tierra hacia EE.UU. a pedir asilo en el primer país de tránsito: México, Honduras, El Salvador o Guatemala. Más del 70% de los migrantes que solicitan asilo en la frontera sur de EE.UU. provienen de los tres países del Triángulo Norte, según Carone.